Los miembros de la candidatura de Cristina Cifuentes a la Asamblea de Madrid tendrán que cumplir un código ético que supone «un paso más de autoexigencia» contra determinados comportamientos que tengan que ver con la corrupción y determinado tipo de imputaciones que generen un «reproche social especialmente importante».
En rueda de prensa en la sede del PP en Génova, Cifuentes ha presentado su lista de diputados a la Asamblea de Madrid, formada por 179 candidatos con una edad media de 47 años, y ha avanzado que en la reunión que ha mantenido hoy con ellos les ha transmitido que se establecerá un código ético que todos tendrán que cumplir y que supone «un paso más en el nivel de autoexigencia en determinados comportamientos» y que va en la línea de su política de «tolerancia cero contra la corrupción».
La candidata ha explicado que se trata de exigir un «plus de comportamiento ético y honestidad» puesto que a pesar de que la presunción de inocencia «hay que mantenerla», hay que ir un «poco más allá» en el control de determinado tipo de imputaciones por delitos de corrupción y otros que generen «un reproche social especialmente importantes». Si se incumple, ha explicado habrá «consecuencias políticas».
Como ejemplo de posibles delitos que se verían afectados por este código, ha apuntado que se busca evitar que los candidatos traten de sacar beneficio económico de alguna actividad o que lleven a cabo gestiones para favorecer a sus familiares.
Preguntada por las líneas rojas que ha establecido en cuanto al posible mal comportamiento de los candidatos que integran su lista, ha señalado que éstas se establecen cuando hay una imputación o investigación por delitos de corrupción o por actuaciones que generan alarma social.
En este punto, en referencia a la polémica protagonizada por el socialista Juan Fernando López Aguilar, ha tildado de «insólito» que haya un eurodiputado imputado por violencia de género que «ni se ha planteado renunciar».