La Comunidad de Madrid invertirá 4 millones de euros para facilitar que 5.500 niños de la región repartidos en 70 municipios con escasos recursos económicos puedan ir hasta el 8 de septiembre a comedores escolares en verano y también recibir las actividades lúdicas y formativas que se despliegan en los campamentos, una iniciativa en la que no colaborará de momento el Ayuntamiento de Madrid ni otros consitorios como Majadahonda, San Sebastián de los Reyes, Villalbilla, Casarrubuelos, Daganzo, Torrelodones, Alpedrete, Hoyo de Manzanares y Moralzarzal.
Así lo ha indicado el consejero de Educación, Juventud y Deportes, Rafael Van Grieken, para detallar las características del programa de apertura de comedores escolares para atender en verano a niños de hasta 12 años en situaciones de dificultad económica. Dicho programa arranca ya este jueves y viernes en pequeños municipios y el lunes se extenderá a las grandes ciudades de la Comunidad.
Van Grieken ha recalcado que potencialmente el programa de comedores escolares se extiende a 160 colegios de la región (aunque se van a priorizar aquellos que abren en agosto) y el presupuesto permitía atender las necesidades básicas de alimentación de hasta 16.000 alumnos, cifra calculada sobre todo entre beneficiarios de becas comedor y la Renta Mínima de Inserción.
No obstante, ha detallado que en el caso de Madrid la cifra de posibles beneficiarios es de 9.000 menores. En el caso de la capital, el consejero ha detallado que la Comunidad plantea la apertura de institutos a finales de la semana que viene para dar servicio exclusivamente de comidas sobre todo en determinados distritos donde se concentran los niños que demandarían esta medida, como en el caso de Puente de Vallecas, Usera y Carabanchel
Ayuntamiento, comida a domicilio
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha dado la bienvenida a la decisión de la Comunidad de Madrid de abrir centros propios en la capital para dar comidas a aquellos menores que lo necesiten, y ha asegurado que no hay «ningún tipo de conflicto» con el Ejecutivo de Cristina Cifuentes. El Ayuntamiento de Madrid ha asegurado que no va a abrir los comedores escolares, sino que adoptará medidas como la repartición de comidas a domicilio.
La alcaldesa ha afirmado que siempre están dispuestos a «encontrar coincidencias y actitudes» para dar solución a los problemas de Madrid y ha señalado que si la Comunidad de Madrid decide abrir dos o tres comedores de determinados distritos con sus propios servicios y ofrecer aporte alimentario por comidas, bienvenido sea».
«En absoluto hay ningún tipo de conflicto», ha sostenido la alcaldesa, quien ha explicado que por parte del Ayuntamiento lo que proponen es un planteamiento «racional» que valga no sólo para este verano sino para que en estos cuatro años de su gobierno se «erradique la malnutrición».
Según ha relatado, están trabajando en la elaboración de la lista definitiva de posibles beneficiarios, y creen que se podrá ayudar aproximadamente a 21.000 niños. No obstante, ha apuntado que en el Ayuntamiento no existían esas bases de datos y se han tenido que poner a construirlas. Además, tras estas comidas se hará un seguimiento pediátrico del estado de estos menores.
Carmena ha explicado que ellos han hablado de 2.700 niños a los que se está dando ayuda directa en la comida y que ya aparecían en los correspondientes servicios sociales del Ayuntamiento, pero, además, se da un suplemento alimenticio a casi 15.000 niños, además de una ayuda directa. Sumado todo, son 110.000 raciones.
Sobre la malnutrición infantil, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, señaló la semana pasada que al llegar al Ayuntamiento se encontró con falta de datos sobre los niños afectados por esta situación. Los números iniciales que maneja Servicios Sociales hablan de 2.700, aunque son más, de acuerdo a las referencias de organizaciones que trabajan con este colectivo en la metrópoli y que llegan por vía indirecta, por ejemplo, a los albergues municipales. Carmena declaró que no estaba satisfecha «porque la malnutrición de hoy hará un déficit en los madrileños del mañana».
El Ayuntamiento está recopilando datos, como los de la encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE): el 31% de las personas que residen en Madrid viven en riesgo de pobreza. El 4,9% son menores -ha detallado la alcaldesa- que se traducen en 25.500 niños incluidos en la tasa Arope (At Risk Of Poverty and Exclusion) o tasa de riesgo de pobreza y exclusión social, es decir, que no comen ni pescado, ni pollo ni carne cada dos días.
La alcaldesa va a continuar con el servicio de comidas a domicilio que ya inició el Gobierno de Ana Botella el año pasado para atender en verano a niños en riesgo porque, según ha explicado, no «llegan a tiempo» a desarrollar su propuesta de abrir los comedores escolares.
«Se va a hacer por catering a las familias», explicó Carmena, una medida que se estudió con el Ayuntamiento saliente y con la que han colaborado «viendo las posibilidades reales de abrir los colegios o no». Sobre esto último, admitió que no llegan «a tiempo» y que «se volverá a estudiar más adelante».
Además, ha añadido que «el llevar a cabo los catering a las propias familias quizá sea menos estigmatizante» que tener que ir los niños a los colegios. A partir de esto, lo que quieren hacer es crear unas bases de datos «para saber cuántos niños en Madrid necesitan suplemento alimenticio y cuál es el nivel de la malnutrición».
Para ello se van a hacer unas «encuestas personalizadas» a cada una de las familias donde se pueda ver «qué es lo que comen los niños» y hacer determinados reconocimientos médicos de carácter «coyuntural» a algunos niños que «sean emblemáticos» para saber cuál es la situación. El fin es poder conocer el número exacto de niños que están en esta situación. «Estoy deseando saber esa cifra», ha reconocido.
El momento en el que realizarán las «encuestas sociales» será en el reparto de los menús para las comidas y las cenas. Después de conocer los datos concretos de los niños, se pasarán a los ancianos, porque les consta «que tienen muchas deficiencias alimentarias» y a partir de ahí, hacer programas de mejora de nutrición.