El Ayuntamiento de Madrid contará con un servicio contra la discriminación y los delitos de odio, enmarcado en un plan de convivencia, que ofrecerá apoyo psicológico y jurídico a las víctimas, una iniciativa que ha sido criticada por la bancada popular en el Pleno de Cibeles.
El servicio, que tendrá que ser presentado por el Gobierno municipal en seis meses, es fruto de la enmienda transaccional firmada por el PSOE y Ahora Madrid, en palabras del delegado de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, ya que pretende ser un servicio trasversal entre las áreas de gobierno.
La propuesta ha salido adelante mediante una enmienda transaccional de PSOE y Ahora Madrid. El plan contaría con la participación de sindicatos, partidos, entidades vecinales, organizaciones por los derechos humanos, por la defensa de la igualdad … y pilotaría sobre actuaciones de prevención y sensibilización conectando distintas áreas de gobierno.
Así, Madrid Salud ofrecerá asesoría psicológica y jurídica para reparar el daño mientras que la Policía Municipal acometería labores de mediación en conflictos.
La dirección general de Inclusión, en el área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, también actuaría. La Oficina inicialmente propuesta por el PSOE sólo se pondría en marcha si las incidencias se intensificaran. El plan se presentará por el equipo de Gobierno en seis meses.
La portavoz del PP, Esperanza Aguirre, ha pedido en el Pleno que «se vigilen también los delitos de odio político» en referencia a uno de los últimos tuits del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata. Según la edil, Zapata «incita al odio» contra conservadores y socialistas europeos al aprobar un nuevo rescate a Grecia.
La proposición ha llegado al Pleno cuando se celebra el día europeo de las víctimas de los crímenes del odio, coincidiendo con los atentados de Utoya (Noruega) de 2011. La proponente, la socialista Purificación Causapié, ha descrito Madrid como «una ciudad abierta» aunque en ella se producen «situaciones de discriminación y graves delitos de odio».
Y es que, según el Ministerio del Interior, en España se denunciaron el año pasado 1.285 delitos de odio, que suponen «el 10 por ciento de las agresiones».
La iniciativa presentada, que conlleva la creación del servicio y del plan, es «pionera en España», en palabras de Causapié, con la que se pretende que el Ayuntamiento «tenga un liderazgo claro para combatir el odio, para fomentar la convivencia, la integración y la pluralidad».
Barbero, por su parte, ha agradecido al PSOE el ejercicio de «escucha mutua». Sí ha destacado que los delitos del odio pasan por un «efecto iceberg», de modo que sólo se habla del 10 por ciento de los hechos que realmente ocurren.
«Tenemos que parar este fenómeno que está creciendo de manera paulatina con el mejor antídoto, generar confianza en las instituciones para que los dañados se acerquen para ser cuidados y protegidos», ha declarado. Se trata de promover la concienciación de que «la diversidad es riqueza y no molestia».
Las críticas han venido de la mano del popular Borja Fanjul, que ha arremetido contra el «buenismo» que inspira Ahora Madrid, con sus «proposiciones electorales del y yo más». En este punto, y con la polémica de los tuits, entre otras, como telón de fondo, el edil ha criticado el «oportunismo» del Gobierno municipal.
A eso ha sumado que la iniciativa sale adelante con el respaldo de unos concejales que «en un momento de su vida no han sido ejemplo de lucha contra el despotismo y las prácticas autoritarias».
También ha defendido que el ordenamiento jurídico «ya protege suficientemente ante cualquier delito de odio y discriminación».