Los inquilinos del edificio derrumbado ubicado en la calle Amalia número 1, del distrito de Tetuán, se reunirán este viernes con personal del Ayuntamiento de Madrid en el hotel donde se alojan desde el derrumbe, según ha explicado a Europa Press una de las afectadas que ha acudido esta mañana hasta el edificio para recoger parte de sus pertenencias.
Así, desde la noche del martes, los vecinos perjudicados están alojados en un hotel del barrio de Salamanca pagado por el Ayuntamiento, donde estarán siete días. Esperan que en la reunión programada para este viernes el Consistorio les ofrezca alguna solución habitacional para los días siguientes.
Los inquilinos de los pisos A y B del edificio derrumbado, los más afectados por el desplome de parte del inmueble, han comenzado a entrar a primera hora de la mañana a sus viviendas para recoger algunas pertenencias, especialmente documentos, medicinas y objetos personales de primer orden.
En declaraciones a Europa Press, una vecina que vivía en el piso 1B con su marido y una niña de un año ha afirmado que están recogiendo principalmente las cosas del bebé y los documentos, para lo que ha solicitado ayuda a familiares y amigos. Sin embargo, ha destacado que, pese a que tienen tiempo para sacar sus pertenencias, no tienen un lugar donde dejarlo, «y encima está lleno de polvo».
Así, para acceder a la vivienda, primero entran los bomberos para asegurarse de que la zona es segura, y posteriormente entran los inquilinos para recoger las pertenencias imprescindibles.
Mientras tanto, los obreros siguen trabajando en el edificio. Tras asegurar una parte del edificio, se procede a retirar todos los objetos que puedan venirse abajo, y posteriormente se desescombra todo lo que se ha retirado, y el proceso vuelve a empezar con otra parte del edificio.
Así, los obreros han afirmado a Europa Press que el Ayuntamiento pretende que la zona esté plenamente asegurada y desescombrada mañana, si bien ellos consideran que el riesgo de nuevas grietas al retirar el material de la zona baja podría retrasar la finalización de los trabajos.
Todo indica que todo el edificio será finalmente derribado, ya que es difícil de garantizar que parte del mismo no sufra los mismos problemas que la otra parte inestable. El edificio había pasado de forma favorable la inspección técnica (ITE) en diciembre de 2013, por lo que ahora se tendrá que comprobar si hubo modificaciones posteriores de los pilares que derivaran en el colapso.