La psicóloga Mari Mar Alcalá Miravalls está recogiendo firmas para pedir a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que suspenda o en su defecto, retrase, un examen oposición que tiene que realizar hasta que se recupere de su tratamiento puesto que las sesiones de radioterapia le impiden ir preparada y con tiempo a la prueba, fijada para este jueves a las 16 horas.
En change.org, la afectada lleva recogidas más de 2.000 firmas con el fin de que le den una solución porque considera que están siendo «vulnerados» sus derechos como «como funcionaria interina» para presentarse al examen-oposición para la consolidación extraordinaria de empleo de Psicología.
La mujer explica que ya en junio consiguió que se retrotrayeran las actuaciones a la valoración médica de su discapacidad, y que tras concederle 60 minutos de adaptación de tiempos le pusieron como fecha de examen el 15 de julio de 2015. Sin embargo, le realizaron seis días antes, el 9 de julio, una mastectomía radical (extirpación de mama y de los ganglios adyacentes), por lo que le fue «imposible» presentarse por encontrarse en el hospital.
«Cuando supe que me iban a operar presenté los informes médicos pero no suspendieron el examen, se tuvieron que presentar mis padres y al día siguiente tuve que presentar justificante de que me encontraba en el hospital en el momento del examen. A finales de julio me pospusieron la fecha al 3 de septiembre», explica la psicóloga.
El problema es, según ha dicho, que se encuentra todavía «convaleciente» de la cirugía por complicaciones de cicatrización internas y además está en tratamiento de radioterapia y de quimioterapia pues el tipo de cáncer que padece es «agresivo».
«Los efectos secundarios de los tratamientos son muy fuertes tanto a nivel físico como psíquico por lo que he solicitado la suspensión del examen por no encontrarme en igualdad de condiciones de capacidad respecto al resto de opositores y presentado justificantes médicos a mediados de agosto sin respuesta a día de hoy», lamenta.
Por eso, ha indicado que se ve «abocada» a renunciar al examen o acudir al mismo en su estado «sin la más mínima garantía de superarlo a pesar de la ampliación de tiempos» ya que tiene «cansancio crónico, mareos, nauseas, problemas de memoria, quemaduras por la radioterapia, insomnio, estrés por la prueba e imposibilidad de concentración para repasar unos contenidos oxidados» desde el 26 de abril de 2014, fecha en la que se realizó el examen.
Ante esta situación, solicita que suspendan la prueba y que, o bien la pospongan hasta el momento de su recuperación o bien resuelvan la convocatoria dejando libre la plaza que ocupa. «Si no lo hacen me veré cesada tras 11 años de servicio y abocada al paro a mis 51 años, con dos hijos pequeños, separada del padre de ellos y con una hipoteca que pagar», ha explicado.