Nunca antes una intervención de un equipo de música en una fiestas populares levantó tanta polémica. El pasado domingo 6 de septiembre la Policía Municipal se presentó en las fiestas de Aravaca por las continuas llamadas de los vecinos que se quejaban de que la música de la caseta Colectivo 1984 estaba en funcionamiento fuera del horario establecido. Las palabras subidas de tono entre los agentes y los presentes en la carpa dieron paso a los golpes, a los lanzamientos de botellas, vasos, vallas… El resultado fue un policía herido y de baja médica y ningún detenido. Al día siguiente, Montserrat Galcerán, concejala presidenta del distrito y cercana a este colectivo antifascista, antitaurino y feminista, «abroncó y dejó en evidencia a su cuerpo policial en público por la intervención del día anterior», según afirman fuentes de la Asociación de la Policía Municipal Unificada (APMU).
El Colectivo 1984, un grupo que se define así mismo como una organización de izquierdas, anticapitalista, antifascista, feminista y autónoma, tenía permiso para abrir su caseta en las fiestas de Aravaca hasta las 02.30 de la mañana y para que su música sonara hasta las 24.00 de la noche. Las quejas de los vecinos de la zona a la Policía Municipal hicieron que varios agentes se presentaran en la carpa del colectivo a las 02.00 de la madrugada para requisarles el equipo de música por saltarse la restricción. La intervención se tornó en tragedia cuando el presidente del Colectivo 1984 se negó a acceder a la petición de los agentes. En este momento, las 100 personas que se encontraban en la carpa «comenzaron a tirar botellas, vasos, vallas…» por lo que tuvo que intervenir la UCES (los antidisturbios de la Policía local).
«No se pudo detener a nadie porque salieron corriendo, pero un agente resultó herido y estará de baja hasta el viernes 11 de septiembre al ser alcanzado por una valla de metal», apuntan desde la APMU.
Los amiguismos que tanto ha denunciado la izquierda radical parecen florecer también cuando llegan al poder. En este caso, la implicada es la concejala presidenta del distrito de Aravaca. Montserrat Galcerán hizo acto de presencia en las fiestas al día siguiente de ocurrir los altercados. Montse, muy cercana a las ideas del Colectivo 1984, se acercó a su Policía Municipal allí presente y les «recriminó en público» su actuación.
«La concejala se dirigió de muy malas formas, abroncó y dejó en evidencia a los agentes en medio del recinto ferial, pero la cara le cambió cuando el mando le enseñó el pliego del Ayuntamiento firmado por ella misma en el que se prohibía la música más tarde de las 24.00 horas de la noche. Además debió preocuparse por la salud de uno de sus trabajadores, antes que por las quejas de sus amigos», informan desde la APMU.
La gran repercusión de la bronca podría deberse a la «poca experiencia» y la falta de «mano izquierda» de la concejala. «Lo que debió quedarse en una llamada particular y un informe de lo sucedido, se ha convertido en algo más mediático por la inexperiencia de Montse».
Desde el Ayuntamiento se niega que ocurriese ningún incidente entre la Policía Municipal y el Colectivo 1984. Teoría ésta que se desmonta con el testimonio de una vecina de la zona que tuvo que abandonar el recinto ferial con sus hijos porque «los objetos comenzaron a volar y la Policía a cargar». A su vez el Consistorio también desmiente cualquier bronca o riña de la concejala a su cuerpo policial y dicen «desconocer» si hay algún agente herido. Estrella Digital ha intentado ponerse en contacto con Montserrat Galcerán, pero no ha obtenido respuesta. También ha enviado un email al Colectivo 1984 de Aravaca para contrastar lo ocurrido, pero el resultado ha sido el mismo que con la concejala.
La polémica le persigue
Ésta no es la primera vez que la concejala de Moncloa se ve envuelta en una polémica. De hecho, el pasado mes de junio el diario ABC, publicó que el centro municipal de mayores tuvo que retirar la estampa de la patrona de Aravaca: Nuestra Señora del Buen Camino Coronada por la visita de Montserrat Galcerán.
Desde la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca, Rosario González, responsable del departamento de servicios sociales, que acompañó a la concejala en el acto, negó los hechos, tajante. «Nadie retiró nada», aunque admitió que «las administraciones deben velar porque se cumpla el principio de la Constitución que establece la aconfesionalidad en todos sus centros».