La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado que “nunca la Comunidad de Madrid ni ninguna otra institución pública ha pagado un solo céntimo de la luz” que consume su vivienda. A través de una carta, difundida por su equipo de comunicación, reivindica que la única factura que se ha pagado con dinero público es una garita de seguridad situada en su vivienda. La expresidenta argumenta en el comunicado que el espacio de vigilancia cuenta con un “contador” específico para controlar el gasto de electricidad. La factura siempre se giraba al organismo público para el que trabajaba Aguirre, ya fuera el Ministerio de Educación, Senado o Comunidad de Madrid, afirma la carta.
El entorno de Aguirre ha pretendido en la carta desmontar la idea central del texto publicado, que explicaba que el gasto de electricidad era demasiado alto para un espacio de vigilancia. La garita cuenta con el espacio “suficientemente grande para como para que en él quepan dos monitores y los sillones desde los que los guardias civiles hacen su trabajo”, explican en el comunicado. Además, el recinto cuenta con “techos muy altos”, y se le dota de “calefacción eléctrica”.
La idea de crear un sistema de vigilancia es del Ministerio del Interior y se remonta a 1996 cuando es nombrada ministra de Educación y Cultura. Se decide instalar una serie de cámaras y dentro del inmueble se habilita un recinto desde el que unos miembros de la Guardia Civil llevan a cabo su vigilancia. El mantenimiento del sistema de seguridad se debe exclusivamente a “criterios del Ministerio del Interior”, debido diversos incidentes acaecidos en la vivienda de Aguirre como “patadas a la puerta, intentos de entrada o, incluso, asaltos por los tejados”.
Por todo ello, Aguirre desconoce por qué la Comunidad de Madrid ha decidido “dejar de pagar esos recibos del contador del recinto de la Guardia Civil en el lugar donde vive”.