La alta contaminación disparó, durante los tres días que duró la alerta declarada por el Ayuntamiento de Madrid, el número de personas con afecciones respiratorias en la vía pública. Malos humos cuya peor consecuencia notaron los madrileños en su propia salud. El número de atenciones hospitalarias aumentó de forma considerable entre el jueves 12 de noviembre y el sábado 14, días en los que el consistorio se vio obligado a imponer restricciones extraordinarias al tráfico de vehículos, según consta en un informe hecho público por el Ejecutivo municipal, que cita fuentes del Sámur-Emergencias.
El dictamen explica que el Ayuntamiento solicitará a la Comunidad de Madrid datos acerca del aumento de los ingresos hospitalarios en los centros de la comunidad durante los días que duró el episodio de alta contaminación. Las medidas adoptadas por el Gobierno de Manuela Carmena fueron muy contestadas desde algunos colectivos como las asociaciones de automovilistas, que cuestionaron su efectividad práctica.
Medidas que el Ayuntamiento fue suavizando hasta su total retirada este viernes. Con la bajada drástica de las temperaturas, dejan de estar en vigor las recomendaciones de no circular a más de 70km/h en la carretera de circunvalación M-30 y sus accesos. Pero si los niveles por la alta concentración de dióxido de nitrógeno volvieran a dispararse hasta alcanzar las cotas de la semana pasada, Madrid tendría que volver a tomar decisiones para evitar problemas respiratorios y mejorar la calidad del aire.
Por otra parte, el consistorio ha pedido a Cercanías RENFE y al Consorcio Regional de Transportes que, en el caso de que se produzca una nueva activación del Protocolo, amplíen la información de las medidas más allá del área metropolitana.