Técnicos municipales del área de Disciplina Urbanística han comprobado este viernes que la propietaria de la sala Macumba, en la estación de Chamartín, mantiene la paralización de las obras de ampliación que estaban acometiendo en el recinto para ampliar el aforo a 1.500 personas.
Así lo han indicado fuentes municipales tras cursarse ayer la paralización de las obras que se estaban llevando a cabo, al detectarse que éstas carecían de las correspondientes licencias.
En visita de inspección, los técnicos municipales comprobaron ayer que en la citada sala, situada en la calle Agustín de Foxá, 40, se estaban realizando trabajos sin contar con el preceptivo permiso del Ayuntamiento, por lo que entregaron en mano la orden de paralización de dichos trabajos a representantes de la empresa Eurotransac, propietaria del local.
Eurotransac solicitó en julio pasado una licencia de obras para incrementar el aforo del local, que actualmente es de 800 personas, hasta casi 1.500, explica el Consistorio en un comunicado.
El Ayuntamiento ha requerido la documentación complementaria a la empresa para poder emitir el correspondiente informe de viabilidad. Esta documentación no ha sido aún aportada por lo que la licencia actualmente está en fase de tramitación.
Por otra parte, también se ha dictado orden de paralización de las obras en un bar-restaurante propiedad de la misma empresa, situada en las inmediaciones de Macumba, y que también carecían de licencia.
Los representantes de los locales firmaron en las actas levantadas su compromiso de parar las obras en ese momento. Así se ha comprobado por parte de los técnicos municipales en visita cursada este viernes.
Además, en la misma visita de inspección, los técnicos municipales comprobaron la inexistencia de licencia de funcionamiento en otros dos locales de Eurotransac situados también en las inmediaciones: un centro de negocios y una sala de exposiciones.
Para regularizar la actividad de ambos locales, el Ayuntamiento de Madrid ha notificado la audiencia previa al cese de actividad. La empresa contará con 15 días para hacer alegaciones previamente al posible cese de las actividades que están ejerciendo.
La sala fue adjudicada a una empresa que cuenta como coordinador de desarrollo con el empresario Miguel Ángel Flores, el principal imputado en el caso Madrid Arena.
Por otro lado, desde la empresa explicaban en noviembre que la sala no iba a abrir como discoteca sino que sería un «espacio complementario» al resto de locales de la Cota 13 de la Estación de Chamartín en el desarrollo de sus actividades, tales como: artes plásticas; artes visuales; artes escénicas, espectáculos musicales y de danza; encuentros o conferencias.