La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha admitido este miércoles que en la asamblea general de Caja Madrid, que se reunía como mucho dos veces al año, se aprobaban las cuentas generales pero que no se miraban.
En una entrevista en Carne Cruda la presidenta madrileña ha sido preguntada por su paso por esta Asamblea, y sobre cómo se les pudo pasar el hecho que de hubiera consejeros que estaban haciendo uso de las denominadas tarjetas 'black'.
En un tono desenfadado, Cifuentes ha explicado que en esas asambleas, que se reunían, como mucho dos veces al año, había unas 400 personas. «Ibas allí, aprobabas las cuentas generales y ni las mirabas», ha reconocido.
En cualquier caso, ha añadido que los gastos de 'tarjetas black' no estaban en las cuentas y que no se les presentaban. «Cuando unas personas están llevándoselo enterito, es normal que no den muchas explicaciones, nosotros no sabíamos lo que estaba allí ocurriendo», ha asegurado.
Por otro lado, ha reconocido que se arrepiente de haber apoyado a Rodrigo Rato para que fuera presidente de Bankia. «Claro que me arrepiento (…). Me arrepiento de haberle dirigido si quiera la palabra», ha aseverado.
La presidenta regional ha explicado que ella le he defendido «mucho» porque siempre ha creído que había sido un «buen ministro de Economía», y teniendo en cuenta que había sido presidente del FMI, creía «que iba a ser el mejor presidente posible para Caja Madrid».
Por otro lado, también ha señalado que le parece un «error» que se hayan politizado las cajas de ahorro y es partidaria de separar «la actividad política de los políticos de la actividad de las cajas de ahorro». «La intervención de los políticos fue un error porque condujo a una politización en el caso de Caja Madrid tremenda», ha dicho.
En este punto, ha recordado que allí no sólo estaba el Partido Popular, sino todo el resto de partidos, incluido, el propio candidato a la Presidencia por el PSOE, Pedro Sánchez, que asistía como ella en calidad de asambleísta general.
Telemadrid
Sobre Telemadrid y los gastos extras que se habrían gastado sus consejeros, como recogen informaciones de la Cadena Ser de los últimos días, Cifuentes ha indicado que es una «vergüenza» y ha defendido que ella nunca nombrará presidente o cargos en este ente público.
En cuanto a la propia Telemadrid, la dirigente autonómica cree que tiene «un espacio» y que lo puede «recuperar». De hecho, confía en que así sea porque no quiere tener que ser la presidenta que cerró una televisión pública.