La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apelado al Código Ético de Ahora Madrid para reclamar la renuncia o cese de la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, por su participación en una protesta en una capilla ubicada en la Universidad Complutense de Madrid, por la que será juzgada por un presunto delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos.
Según ha señalado Aguirre en rueda de prensa, el Código Ético de Ahora Madrid contempla el compromiso de renuncia o cese de forma inmediata de sus cargos públicos ante la imputación por la judicatura de delitos relacionados con la corrupción, «así como también en casos de acusación judicial por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los derechos humanos o los derechos de las personas trabajadoras».
Aguirre ha destacado que, de acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, «la libertad religiosa es un derecho humano» y que la Fiscalía pide responsabilidad a Maestre relacionada con los artículos 523 y 524 del Código Penal respecto a la libertad de culto.
La portavoz del PP ha recordado que el escrito de la Fiscalía dice que los testigos identifican a Maestre, y ella no lo niega, como «una de las personas que se desnudaron de cintura para arriba en la Iglesia profiriendo frases como 'Vamos a quemar la Conferencia Episcopal'» e «invadieron el espacio destinado al altar portando imágenes del Papa con una cruz esvástica».
Aguirre ha defendido que Maestre no puede ser portavoz del Ayuntamiento, al tratarse de «una cuestión muy grave porque se trata de una ofensa a los sentimientos religiosos hecha con violencia y intimidación dentro de una capilla».
Aunque ha reconocido que el motivo de la protesta, reivindicar que en una universidad pública no debería haber capillas, «es discutible», Aguirre ha subrayado que el modo que empleó Maestre, según la Fiscalía, está tipificado en el Código Penal.
Por otro lado, ha recordado que la alcaldesa, Manuela Carmena, dijo que se trataba de «un acto de libertad de expresión y de reivindicación feminista», para señalar que «la señora Maestre a lo mejor puede ir a hacer un acto de reivindicación feminista a la mezquita», donde «quizá estuviera más justificado».