De primero: un pseudo guiso en el que una montaña de patatas intenta disimular un caldo de color verde sospechoso. De segundo: un san jacobo congelado con dos rodajas de tomate. Para acompañar, un chusco de pan duro. Por último, un yogurt, eso sí, de marca y no blanca. Lo mejor de todo, el precio: 329,05 euros al mes. Este es el plan alimenticio de la academia de la Policía Nacional en Ávila, en la que residen desde el 18 de enero los 162 aspirantes a policías municipales.
El CSIT (Coalición Sindical Independiente de Trabajadores-Unión Profesional) afirma que los candidatos del cuerpo de Policía Local han trasladado “numerosas quejas” por el menú que reciben desde que comenzara su periodo de formación. La comida “deja mucho que desear” por lo que “solicitan” que José Javier Barbero, delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, se ponga en contacto con los responsables del centro de formación, para trasladarle la “disconformidad” de los nuevos agentes con los menús que reciben.
Un sueldo «ridículo»
Pero la calidad de la comida no es el único obstáculo a salvar. Después de años de estudio, esfuerzo y unas duras oposiciones, los aspirantes reciben un sueldo bruto de 648 euros durante el periodo de aprendizaje, además de abonar un cuota mensual de 329,05 euros al mes por manutención y 24,75 euros por el servicio de lavandería. Al final, y tras descontar los gastos, el sueldo de los nuevos agentes apenas alcanza los 300 euros.
Para el CSIT, la retribución que reciben los nuevos agentes es “bochornosa” y alegan que “muchos de ellos seguramente tengan que hacer frente a hipotecas y gastos familiares superiores a la cantidad percibida”. Por este motivo, el sindicato solicita que “de forma inmediata” se aumenten “considerablemente” los emolumentos de los agentes en formación.
Un problema político
Aunque la Policía Municipal depende del Ayuntamiento de Madrid, la formación depende del gobierno de la Comunidad, según lo establecido el artículo 19 de la Ley 4/1992 de 8 de Julio, de Coordinación de las Policías Locales.
En septiembre de 2013 el Gobierno de Ignacio González decidió cerrar la Academia de la Policía Local de Madrid situada en la carretera de Colmenar Viejo y trasladar a las futuras promociones de policías municipales a la Academia de la Policía Nacional en Ávila. Un ahorro para los madrileños de más de dos millones de euros fue la justificación de la clausura. La noticia no gustó a la Asociación Nacional de Jefes, Mandos y Directivos de Policía Local (Anjepol) y desde entoces los problemas sobre la ubicación de los nuevos agentes no han dejado de sucederse.
El problema se agravó con la llegada de Ahora Madrid al consistorio. Desde su llegada al poder, Carmena y su equipo se opusieron a que los nuevos agentes y los que están pendientes del curso práctico de ascenso se formasen en la Academia de Ávila y alegaron que ésto suponía un coste de 300.000 euros en dietas. Visto lo visto en la foto, en comida no se los han gastado.
Sin embargo, distintas fuentes insinuaron que la negativa del equipo de Carmena al traslado correspondía a una cuestión meramente política. El gobierno vinculado a Podemos no quiere que los municipales de la capital sean formados por la Policía Nacional, Cuerpo que asocian con el Partido Popular.
La disputa entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento retrasó el comienzo de los cursos de formación hasta el 18 de enero, cuando su inicio estaba previsto para octubre de 2015. El problema del emplazamiento ya está resuleto. Ahora, sólo falta solucionar la pobre dieta de los futuros agentes de la capital.