Un total de seis alumnos madrileños de 4º de la ESO viajarán este miércoles a Roma para entregar en mano al Papa Francisco las propuestas que han elaborado durante el encuentro de Scholas Ocurrentes que tuvo lugar en Madrid del 18 al 22 de enero, entre las que destacan una ley contra el bullying y una petición para que los políticos españoles acuerden una ley de educación que no varíe con los cambios de gobierno.
Los estudiantes, que irán acompañados por el director mundial de Scholas, José María del Corral, representarán a los 300 jóvenes de colegios públicos y concertados que participaron en esta primera experiencia de Scholas en Europa. La iniciativa, impulsada por el Papa, pretende conectar a 400.000 escuelas de todo el mundo para fomentar la cultura del encuentro y para que los jóvenes analicen los problemas que les afectan y planteen soluciones a los gobiernos.
Estos alumnos ya presentaron sus propuestas al término del encuentro, el pasado 22 de enero en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales ante el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken; el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Conde; y el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
Para llegar a las conclusiones que este miércoles entregarán al Papa, los jóvenes realizaron encuestas en la ciudad y entrevistas en el Colegio Profesional de Educación, el Colegio de Psicólogos de Madrid, en el Club deportivo LGTB y + y en la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid.
Tras este trabajo de campo, llegaron a la conclusión de que el 'bullying' con intimidación física y verbal aparece de forma «más recurrente» en las aulas. Asimismo, constataron que el acoso ha traspasado los muros del colegio con el 'cyberbullying' que se practica por el móvil o las redes sociales.
Precisamente, Marina, de 15 años y alumna del Colegio Nuestra Señora del Pilar explicó a Europa Press que a lo largo de la semana habían hablado sobre el caso del niño de Leganés (Madrid) que se suicidó el pasado mes de octubre por un presunto caso de acoso escolar, pero también habían escuchado el testimonio de chicos participantes en este encuentro que han intentado suicidarse.
Los estudiantes han percibido que las escuelas no cuentan con las herramientas suficientes para luchar contra este acoso, que hace falta más apoyo de los profesores, que falta información en las escuelas sobre bullying, educación sexual y discriminación y, sobre todo, que «no existe una ley» para combatirlo y que los protocolos que existen se centran en lo jurídico y penal pero «no en las acciones de prevención».
También han observado que «la falta de apoyo, diálogo y cariño de la familia» puede llevar a los jóvenes a la «dependencia de otras personas o elementos materiales como las drogas o el móvil».
Por otro lado, en el ámbito educativo, los estudiantes han propuesto una única ley que sea independiente de los giros políticos, una reducción en la ratio de alumnos por aula y la creación de espacios donde alumnos de distintos centros puedan debatir sobre los problemas que les afectan.
También apuestan por que el examen de la reválida no sea condicionante para la obtención del título y por un cambio en el sistema de evaluación de forma que los deberes cuenten tanto como los exámenes. En este sentido, sugieren una disminución de las tareas para realizar en casa. Asimismo, proponen tener más libertad al elegir las asignaturas, incorporar la tecnología en el aula (tablet, proyectores) como complemento y no como sustituto, educar en valores, promover el empleo joven y ofrecer a los alumnos información sobre las becas del Estado.
'Scholas Ocurrentes' es un proyecto que nació en agosto de 2013 cuando el Papa entregó a los futbolistas Messi y Bufón un olivo de la paz. No obstante, los antecedentes de esta idea se remontan 15 años atrás a Buenos Aires, donde el Papa Francisco aún era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio.
Esta entidad educativa de bien público vincula la tecnología, el arte y el deporte para fomentar la integración social y la cultura del encuentro. Para ello, trabaja con escuelas y comunidades educativas, tanto públicas como privadas, de todas las confesiones religiosas, conectando a más de 400.000 escuelas y redes educativas en mas de 71 países de los cinco continentes, buscando el compromiso de todos los actores sociales para fomentar la cultura del encuentro y la paz.