Los taxistas madrileños, junto a otros compañeros del sector de otras áreas geográficas, tomarán mañana Madrid en protesta por la desregulación del servicio público propuesto por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). Los taxistas ponen de manifiesto la competencia desleal a la que se ven sometidos debido a que a ellos se les exige un alto coste regulatorio, tanto en licencias como en la obtención de otros requisitos, mientras que los ‘piratas’ pueden operar a un precio menor.
Los taxistas denuncian un día a día cada vez más complicado para su supervivencia. En primer lugar, fue la intrusión de taxistas pirata que les hacían perder pasajeros. El desangrado aumentó tras la llegada de plataformas móviles como ‘Uber’ o Gabify, con los que no pueden competir por los altos costes regulatorios que los taxistas sí deben asumir. El último problema ha surgido tras la decisión del Ayuntamiento de Madrid de suprimir las Unidades Antidisturbios (UCS), que a su juicio eran un pilar en la lucha contra el intrusismo.
A través de un comunicado, la Junta Directiva de la Asociación Gremial del Taxi de Madrid ha mostrado su preocupación por la eliminación de la Unidades Centrales de Seguridad (UCS), debido a su “importante papel” para evitar el intrusismo en el sector del taxi en la capital de España.
“Nos intranquiliza si se disuelven estas unidades, ya que ejercen una labor importante en la vigilancia contra el intrusismo en el gremio”, ha lamentado el presidente del Gremio del Taxi. A lo largo de 2015, se inspeccionaron más de 4.200 vehículos de transporte de viajeros, de los que 526 fueron denunciados en la Comunidad de Madrid.
UberX vuelve a amenazar al taxi
La desaparición de la UCS coincide con la vuelta de Uber al territorio español, tras la guerra que han mantenido la plataforma y el sector del taxi. El enfrentamiento entre ambos ha tenido como escenario un gran número de países: España, Francia, Brasil, Canadá, China, Alemania, Japón o Corea han entrado en conflicto directo con la aplicación móvil. En España, Uber Pop se cerró en 2015 de forma cautelar tras la decisión de un juez. La compañía vuelve amenazar al mundo del taxi en España con UberX que espera que se instale en el primer trimestre de 2016 en territorio madrileño.
La firma funcionará con una aplicación que localiza al conductor más cercano, pero esta vez el conductor será un ‘chófer’ profesional con una licencia de vehículos de transporte con conductor (VTB). Con este funcionamiento la compañía espera poder acomodarse a la legalidad vigente en España, aunque no está nada claro.
No convence la fórmula
Los taxistas ya han mostrado su descontento conforme a la fórmula que pretende imponer UberX, no directamente con la empresa, sino con la firma Cabify que tiene un funcionamiento parecido. La compañía funciona con chóferes con vehículos propios que se encargan de contactar con los usuarios finales.
El funcionamiento de la firma se encontró con el descontento de los taxistas. A mediados de noviembre, el juzgado de lo mercantil número 12 de Madrid pidió la suspensión cautelar de la actividad de Cabify a demanda de la Federación Profesional del Taxi, al considerar que se ejercía competencia desleal.
La asociación del sector entendía que los conductores de la plataforma prestan el mismo servicio de recogida de pasajeros en trayectos urbanos que los taxis. Asimismo, defendían que lo hacen sin atenerse a las limitaciones que impone la reglamentación de transportes a las licencias de VTB.
En 2016, los taxistas seguirán lidiando con el intrusismo en su trabajo, a lo que se deberá sumar la llegada de UberX. Pero está vez, no podrán contar con la ayuda que hasta ahora ofrecía la UCS. Más dificultades para un sector que teme por su gris futuro.