La portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, ha declarado en el juicio contra ella por el 'asalto' a la capilla del campus de Somosaguas la Universidad Complutense de Madrid que se sumó a la protesta de forma espontánea, al igual que sucedió con su acto de quitarse la camiseta para quedarse en sujetador y ha reiterado que el espíritu de la protesta era pacífica y, en consecuencia, legítima.
«El objetivo no era ofender a nadie«, ha aseverado Maestre durante la vista oral y en respuesta a las preguntas del fiscal donde ha indicado que se trataba de una protesta pacífica, y en consecuencia legítima, para protestar por la presencia de una capilla en el campus, que tenía carencia de espacios para aulas.
«Vistas las consecuencias, nadie haría una cosa así porque nos estamos enfrentando a un proceso penal», ha dicho la edil de Ahora Madrid tras la pregunta de la representante del Ministerio Público sobre si repetiría ahora esa misma acción.
También ha afirmado que «un torso desnudo» no es algo que pueda ofender a una persona y ha subrayado que no recuerda frases leídas por el fiscal que presuntamente se dijeron en la sala, como 'arderéis como el 36' o 'Contra el Vaticano, poder clitoriano'.
Disculpas a Osoro
Maestre también ha declarado que contactó con el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, para pedirle disculpas por lo acaecido en esa protesta, que aceptó, y le transmitió que en ningún caso iba contra la libertad religiosa.
La portavoz municipal decidió contactar con el arzobispo de Madrid, como máxima autoridad de la Iglesia católica en la región, ante la expectación mediática que estaba generando el juicio para explicarle su visión y trasladarle a él que no fue con ánimo ni pretensión de vulnerar derechos como el sentimiento religioso.
Ante ello, Osoro aceptó sus disculpas y entendió que era «una cosa de juventud». Además, le comentó que era «muy importante» que desde las instituciones y los cargos públicos se recalcara la libertad religiosa, algo que ella no pone en duda y comparte.
Maestre se ha acogido a su derecho de no responder a las preguntas de las acusaciones particulares, como ha señalado su letrado.