Uno de los auxiliares de Kontrol 34, contratado por Miguel Ángel Flores para la fiesta del Madrid Arena, ha declarado en el juicio que no avisó de la avalancha que se produjo en uno de los vomitorios al pensar que no era «nada serio», pese a que ha reconocido que ayudó a sacar a gente.
«Estaba casi despejado. Había niños en el suelo», ha manifestado en la sesión del juicio que se celebra por la tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco jóvenes por causa de una avalancha humana.
Otro de ellos al ser preguntado sobre por qué no informó de lo sucedido a alguno de los encargados de seguridad ha respondido al abogado: «¡A quién quiere que avise!».
Según los hechos, la empresa Kontrol 34 ofreció a Diviertt un listado de personas para dedicarse a labores auxiliares, con tareas exclusivas de control de las filas de público. Las acusaciones sospechan que realizaron funciones de seguridad en el interior del recinto.
Tras señalar que se dedicaba a tareas auxiliares, uno de los porteros ha señalado que supo que se produjo una avalancha tras dirigirse hacia el baño, momento en que vio el tumulto.
«Había mucha gente en el suelo. La gente corría para arriba y abajo. Ayudé en lo que podía», ha recordado Ventsislav B., quien ha indicado que comentó a los compañeros lo que había pasado tras volver a su puesto de trabajo en la cola del exterior.
Tras preguntarle el tribunal si no consideró que tenía que avisar a alguien de lo que estaba sucediendo, ha respondido que no y que sólo se lo contó a algunos de los compañeros tras volver a su puesto de trabajo.
«No me pareció nada serio porque duró unos minutos, 3 o 5 o veinte minutos. Cuando bajé no había avalancha. Estaba casi despejado y había niños en el suelo», ha señalado contradiciendo lo manifestado poco antes. Y ha dicho que desconocía los planes de autoprotección.
Manuel M., de Kontrol 34 pero que esa noche no estaba trabajando, ha relatado que ayudó a trasladar a dos de las víctimas a la enfermería, destacando que estaba señalizada. A preguntas sobre uno de los abogados acerca de por qué no avisó a los responsables de seguridad, el testigo le ha replicado «¡A quién quiere que avise!».
Por lo contrario, Francisco C. M. ha relatado que participó en el rescate de las personas atrapadas en la avalancha, avisando de lo que estaba pasando a Seguriber y a Diviertt. «No lo llamaría avalancha. Era mucha gente encima de la otra», ha comentado.
Control de las filas
Poco antes ha declarado Krasen P.H., quien ha necesitado la ayuda de una traductora de búlgaro para su declaración. Pese a mostrar problemas para expresarse en castellano, ha dicho que lleva 17 años en España. Así, ha relatado que fue contratado por Divertt como auxiliar y no como controlador de acceso, mostrándose olvidadizo en muchas de las preguntas lanzadas por las acusaciones particulares.
Según su testimonio, su función se limitaba a controlar la cola de la gente para acceder al interior del recinto y nunca llevar tareas de seguridad interior, en contra de lo que sospechan las acusaciones. Además, ha señalado que en caso de que se produjera algún tipo de problema debía llamar a Seguriber y a Francisco del Amo, coordinador de operaciones de Madrid Espacios y Congresos Madridec.