El diputado regional y secretario de Organización de Podemos en la Comunidad de Madrid, Emilio Delgado, ha dejado este lunes su cargo en el partido por la «descoordinación y desconfianza» con el Grupo Parlamentario propiciada, a su juicio, por el secretario regional, Luis Alegre.
Delgado llegó a Podemos tras haber trabajado en diversos movimientos sociales y políticos hasta el 15M. Se presentó a las primarias del Consejo Ciudadano en las listas 'oficialistas' encabezadas por Luis Alegre. Tras las elecciones autonómicas, resultó elegido diputado de la Asamblea de Madrid, donde ejerce como portavoz adjunto de la Comisión de Juventud y miembro de la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad.
En un post en su blog publicado hoy, Delgado ha criticado a Alegre por «desaparecer de la vida de la organización política» y «por no haber sido capaz de convocar una sola vez, por sí mismo, a todos los secretarios generales municipales de la Comunidad».
También le ha afeado que «no estuviese a la altura del nivel de exigencia de la última campaña electoral a las elecciones generales, ausentándose prácticamente durante toda la misma» y que «no haya sido incapaz de trabajar una hoja de ruta estrategica para aterrizar la línea política a la realidad de nuestra Comunidad y sus municipios».
«Son hechos suficientemente significativos y describen lo que a mi modo de ver es la antítesis de lo que debe ser un dirigente político a la altura que las circunstancias reclaman», ha tachado.
El parlamentario regional asegura que nunca pensó quedarse en el cargo indefinidadmente, pero tampoco pensó en este final.
«Nunca lo pensé por diferentes razones. En primer lugar, desde el comienzo de Podemos, mi entusiasmo y mi compromiso con el proyecto han sido descomunales, como el de tantas personas que participan en Podemos. Por fin, después de muchas décadas en las que la voluntad de nuestro pueblo fue secuestrada, estábamos en disposición de construir una herramienta para cambiar las cosas. Me impliqué en cuerpo y alma, dejando descuidados algunos aspectos de mi vida y en un momento personal muy especial, pero sabiendo que las horas de trabajo, el esfuerzo y la aventura común merecían, con mucho, la pena», ha expuesto en la carta.
«Por fin, construimos una organización política con capacidad, empuje y dinámicas alejadas de las de los viejos partidos. Por fin, cualquiera, la gente normal y corriente, que levanta este país cada mañana, estaba en condiciones de hacer política. Yo me sentí y me siento identificado con ese Podemos, una herramienta política, transversal y construida para ganar y cambiar la vida de la ciudadanía», ha proseguido.
Emilio Delgado asegura que ha tratado de hacer que las cosas funcionaran en virtud del modelo organizativo que se dio el partido «dentro de lo posible y con una responsabilidad complicada, ser ecuánime, mediar entre diferentes para lograr solucionar conflictos y, todo ello, siendo extremadamente prudente con el contexto general y con nuestro proyecto político».
Ausencia de dirección política
El hasta hoy secretario regional de Podemos ha esgrimido que lo deja porque le es «imposible» realizar su trabajo. «La ausencia de dirección política del órgano autonómico es paralizante y, sinceramente, no la merece ni nuestra organización en Madrid, ni todas las personas que apoyaron Podemos con su participación o con su voto», ha explicado.
«Durante todo este año y medio, dada mi difícil posición y mi responsabilidad, he intentado, discretamente y sin acudir jamás a medios de comunicación o hacer declaraciones en redes que pudieran dañar al partido. Y en esa línea pienso seguir. He procurado mediar, buscar soluciones y reactivar a la dirección política en la medida de mis posibilidades, incluso en ocasiones probablemente asumiendo tareas que no me correspondían. En definitiva, he intentado por todos los medios que las aguas volvieran a su cauce y lograr que las cosas pudiesen funcionar pero hoy mi trabajo se ha vuelto misión imposible», ha manifestado.
Delgado reconoce que «con especial crudeza» ha vivido «la ausencia de liderazgo y la falta de apoyo» en lo que respecta a la ciudad de Madrid, «con la que se ha bloqueado cualquier posibilidad de coordinación, dificultando el trabajo y no potenciando las posibles sinergias entre los diferentes niveles territoriales».
En segundo lugar, la situación le parece hoy «completamente irreformable» en los órganos de Podemos de Madrid. «Soy incapaz de seguir formando parte de una dirección política que, a mi modo de ver, pone en riesgo por su inacción y las dinámicas perniciosas, que ha permitido instalar, una herramienta levantada a pulso con la ilusión, el esfuerzo y la contribución económica de la gente», alega.
«Mi responsabilidad también me lleva a pensar que éste es el mejor momento para presentar mi dimisión para que la próxima persona que asuma el cargo tenga suficiente tiempo para prepararse para un contexto político difícil en el que, incluso, puede que se repitan las elecciones generales», ha afirmado.
Además, Delgado ha precisado que su «disconformidad y decepción» se refieren a las direcciones políticas de Madrid y que, en esa medida, seguirá trabajando «desde todos los espacios posibles dentro de Podemos» para impulsar una línea de trabajo «coherente con lo que mandataron las personas que votaron en las primarias: compromiso, sensatez, valentía para decir las cosas como son y honestidad y responsabilidad también para dimitir cuando uno cree que es lo necesario y lo mejor para nuestro proyecto».
Así, ha precisado que seguirá trabajando en la Asamblea de Madrid para «llevar los problemas y las demandas de la gente, así como ponerla finalmente al servicio de ésta, mandato principal de nuestros electores en las pasadas elecciones autonómicas».
El diputado regional también ha manifestado su «indignación» a quienes «por vanidad, por torpeza o ignorancia preparan la enésima desilusión de todos y todas», sin aclarar a que se refiere; al tiempo que ha agradecido el apoyo de las personas con las que ha trabajado este año y medio.
«Que nadie se equivoque: aquí nadie renuncia, ni se rinde; seguimos contruyendo, desde otros espacios fuera de la dirección de Madrid, una herramienta política para la gente y a la altura de los tiempos históricos que vivimos. Como decía Pablo Iglesias el pasado miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados: 'En la mentira nada florece, en la verdad, todo es posible'», ha concluido en la misiva.