La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha considerado «inaceptables y vergonzosas» las vejaciones sufridas por un grupo de mujeres indigentes en la Plaza Mayor de Madrid el pasado martes.
Becerril ha asegurado que las actuaciones llevadas a cabo por un grupo de hinchas holandeses del PSV Eindhoven “son perseguibles en nuestro ordenamiento jurídico porque constituyen una manifestación insidiosa de intolerancia y discriminación, basada en el raza o en el origen nacional o social”.
La Defensora del Pueblo se ha expresado en estos términos tras la situación vivida por un grupo de mujeres gitanas que se encontraban mendigando en la Plaza Mayor de la capital y que fueron ridiculizadas y humilladas por un grupo de holandeses que les lanzaron monedas y prendieron billetes.
Para Soledad Becerril, “el trato denigrante constituye un ataque directo a los principios de libertad, respeto a la dignidad de las personas y a los valores superiores que constituyen el fundamento de nuestro Estado”.
Además, la institución sostiene que no conviene olvidar que este tipo de actos atacan a la dignidad colectiva al tratarse de violaciones directas de los principios de libertad, igualdad, dignidad, democracia, respeto a los derechos humanos y de las libertades. “Son, en definitiva, una amenaza para nuestra convivencia y paz social”, ha sostenido.
Becerril considera que el Estado y la sociedad deben responder con la “mayor contundencia” a estos incidentes y señala que no se debe olvidar que han sido promovidos por motivos de odio y discriminación. Por todo ello, ha reclamado “la debida atención” a las víctimas del suceso.