El miércoles tendrá lugar la última reunión entre las centrales sindicales y el Ayuntamiento para revisar los puntos del nuevo Plan Director de la Policía Municipal de Madrid. Las reuniones no han dejado de celebrarse desde que el pasado 31 de marzo el equipo de Manuela Carmena presentara el nuevo modelo para el cuerpo local. De hecho, ha habido semanas en las que se han citado hasta dos y tres días. La conclusión de los encuentros es clara: sigue sin haber acuerdo entre el consistorio y los sindicatos.
Las tensiones entre las centrales y el Ayuntamiento comenzaron desde la llegada de Ahora Madrid a la Alcaldía y alcanzaron su momento más crítico durante la presentación del nuevo Plan para la Policía Municipal. Ese día los representantes sindicales calificaron el acto como “propagandístico y una mentira”. Javier Barbero, concejal de Seguridad, y Andrés Serrano, director de la Policía Municipal, presumieron de contar con el total respaldo de todos los implicados en las reformas llevadas a cabo, pero los sindicatos se apresuraron a denunciar que ellos no habían tenido ni voz ni voto en ninguno de los puntos elaborados durante meses.
La denuncia sindical ante los medios surgió efecto y fue al mismo día siguiente del acto de presentación cuando se reunieron Serrano y los líderes del CPPM, APMU, UPM y CSIT. Al menos los diez primeros minutos, porque en realidad el primer encuentro y los siguientes que han sucedido en el tiempo han sido dirigidos por un sargento del cuerpo. Es más, a la primera reunión sí asistió pero se mantuvo en silencio y se marchó sin previo aviso a los diez minutos.
Reuniones infructuosas
El miércoles se firmarán los acuerdos entre los sindicatos y el consistorio madrileño y a pesar de que las conversaciones se han alargado casi tres semanas, el Ayuntamiento no ha aceptado la gran mayoría de las propuestas sindicales. “Solo nos han admitido la reforma de algunos puntos o condiciones y todavía no son seguras. Hasta el miércoles, cuando firmemos el documento, no sabremos si nos han hecho caso”, afirman desde el CSIT. El CPPM, por su parte, señala que lo vivido durante estas tres semanas es sólo “la calma antes de la tempestad”.
Una de las causas que podrían haber entorpecido las negociaciones tiene que ver con la ausencia de los máximos responsables en las reuniones. Según fuentes sindicales, la falta de asistencia de Andrés Serrano supone un impedimento a la hora de aceptar algunas reformas. “Si mandan a un sargento para dirigir las reuniones al menos que le den competencias para aceptar o denegar nuestras peticiones, porque siempre que proponemos algo el Sargento se lo tiene que trasladar a Serrano para que de su aprobación o no”, explican desde el CSIT.
Durante las reuniones se han debatido puntos como las plazas destinadas por las unidades de especialización y los requisitos mínimos para poder optar a una plaza en ellas. Los sindicatos, entre otras peticiones, han solicitado que no se tenga en cuenta la edad ni el sexo para entrar en la Unidad de Apoyo a la Seguridad, que sustituye a las denostadas UCS.
Hasta 2017, nada
Aunque al final el Ayuntamiento consiga el consenso de los sindicatos del que tanto presumió en el acto de presentación del nuevo modelo de la Policía Municipal, el cuerpo no funcionará a pleno rendimiento hasta comienzos de 2017. Sobre la imposibilidad de implantar las nuevas directrices se manifestó días después de la presentación José Francisco Horcajo, representante del CSIT: “Ya no es cuestión de que el Plan Director sea bueno o malo, la cuestión es que no atacaba el mayor problema de la Policía: la escasez de personal”.
La resolución final de la disputa está fechada para el próximo miércoles 20 de abril cuando se produzca la última reunión entre las centrales y los mandos policiales. La presencia de Andrés Serrano en la mesa de negociación no está confirmada, aunque al ser la definitiva podría asistir a la misma, aunque luego decida levantarse sin previo aviso a los diez minutos.