La historia se remonta al año 2000 cuando el industrial riojano José Pedro Orío Cunchillos y el especialista en marketing y conocedor del Arte del Toreo Antonio Briones crearon el Trofeo ‘Vestido de Luces Rioja y Oro’. El trofeo surgió como una propuesta para reivindicar el nombre del Rioja y designar el color del vino tinto en los trajes de luces. Una idea que pronto hizo suya Vidal Pérez Herrero.
El galardón, tras algunas dificultades que sufrió en su puesta en marcha, poco a poco ha ganado un espacio en el mundo del toreo y entre el gran público. Fue en 2008 cuando alcanzó su máximo reconocimiento, debido a su difusión en las ondas.
El primero en recibir el premio fue José Pacheco ‘El Califa’, en 2000. Le siguieron Rafael de Julia y Antonio Ferrera, en 2001 y 2002, respectivamente. Tras la muerte de Eugenio Mazón Verdejo, presidente del Centro Riojano, hubo un parón hasta 2006. En este año ganó el trofeo Alejandro Talavante; en 2007 y 2010 se alzó con él ‘El Juli’; en 2008 fue José Tomás; en 2009 Luis Francisco Esplá y en 2011 José María Manzanares. Los últimos galardonados han sido Joselito Adame (2013), Miguel Ángel Perera (2014) y Sebastián Castella (2015). En 2012 se declaró desierto a consecuencia de lo plana y decepcionante que resultó la feria ese año.
Lo más destacable de este trofeo es su espíritu abierto y libre, que permite tanto a figuras consagradas como a destacados noveles y matadores a poder optar por el premio.
Cabe destacar la cartelería taurina, que se ha consagrado como un arte unido a la tauromaquia. A lo largo de los años, y especialmente desde el S.XIX, la cartelería ha alcanzado cotas difíciles de igualar. Autores anónimos junto con genios como Sorolla, Picasso o Barceló, elaboraron grandes composiciones por carteles taurinos.
A mediados del mes de junio de 2016, en fecha aún por determinar, se reunirá el Jurado para la cena de deliberación, votación y fallo, que otorgará el Trofeo de este año.
Laura Ortega