Los grupos políticos de la oposición en Boadilla del Monte, Ciudadanos, PSOE y Alternativa por Boadilla, a excepción de la concejala de Izquierda Unida-Los Verdes, presentan una moción al Pleno municipal para que se ofrezca la máxima distinción de la localidad a Ana Garrido, una extrabajadora del Ayuntamiento que actualmente se encuentra imputada por un delito de infidelidad en la custodia de documentos.
Estas fuerzas políticas consideran que Garrido fue fundamental para que explotaran los escándalos de Arturo González Panero, el ex alcalde de la localidad. Panero, apodado «El Albondiguilla» por el círculo más cercano de Francisco Correa, forma parte de la trama de la Gürtel.
Según Garrido, gracias a un informe suyo del año 2009 ofrecido a Manos Limpias, cuyo secretario general, Miguel Bernad, se encuentra actualmente encarcelado por presunta extorsión, fue posible iniciar la investigación de los supuestos delitos de los que hoy se acusa a al exalcalde de la localidad.
No obstante, fue José Luis Peñas, ex concejal del PP en Majadahonda, hoy imputado por beneficiarse de la Gürtel, quien destapara la trama el 6 de noviembre de 2007 al presentar ante la Fiscalía Anticorrupción grabaciones ocultas de reuniones con personajes clave seis meses después de que Correa le dejara de pagar.
Los supuestos merecimientos de Ana Garrido le han sido otorgados, entre otros, por el «New York Times» y han sido bendecidos por Podemos y Ciudadanos a nivel nacional, quienes se han comprometido con ella y «Plataforma X la Honestidad», una fundación que nació para apoyarla, a sacar adelante una ley de protección al denunciante que promueve ella misma junto a otras personas.
El pasado 8 de abril Ciudadanos también invitaba al Congreso de los Diputados a Ana Garrido, como antes lo hicieron Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid o UPyD en su pasado congreso nacional. La formación de Albert Rivera la invitó a hablar sobre corrupción en el Congreso, a quien arroparon constantemente con aplausos en una intervención que duró 17 minutos en la sala Ernest Lluch de la Cámara Baja.
La heroína contra la corrupción, imputada
Los grupos de la oposición la han convertido en una mártir de la corrupción, a pesar de encontrarse imputada. La imputación tiene su origen en el pasado noviembre por sustracción del Consistorio de convenios, documentación, facturas y diligencias.
Estos documentos sustraídos están relacionados, entre otros, con justificantes originales de ingresos a nombre de True Faith S.L. por la compra de entradas para el Summercase, un festival de música que se realizó entre 2006 y 2008 en la localidad, que coordinó la Concejalía de Juventud, área en la que Ana Garrido era directora.
El citado evento, a día de hoy, se encuentra bajo estudio dentro de la trama Gürtel, y el material sustraído podría ser una prueba de que el Consistorio en el que Garrido trabajó benefició, con coste al contribuyente, a la empresa organizadora saltándose el convenio establecido, que cedía los terrenos municipales a coste cero pero prohibía al mismo tiempo que el citado evento supusiera gasto alguno para la institución pública.
Esta documentación nunca fue entregada a la Justicia y, sólo tras denunciar la ex pareja sentimental de Ana Garrido a la Policía la existencia de los mismos, fue devuelta al Ayuntamiento, quien posteriormente denunció lo sucedido.
Más sombras que luces
No obstante, no es la única sombra que se cierne sobre Ana Garrido. A pesar del interés en presentarse como la descubridora del caso Gürtel, lo cierto es que, como indicábamos antes, fue de José Luis Peñas quien, gracias a ello, ha pactado penas que le impedirán pisar la cárcel.
Además, tampoco es exacto que denunciara la situación en el municipio madrileño de Boadilla del Monte. La hemeroteca del año 2009 indica que el informe remitido a Manos Limpias fue realizado por un total de 16 funcionarios
Un documento que no ha salido nunca a la luz y que, entre otras inexactitudes, acusaban al ex ministro José María Michavilla, quien a día de hoy no aparece en el sumario ni en las pesquisas de la UDEF.
Además, se hizo entrega de la denuncia después de que Baltasar Garzón hubiera ya ordenado la detención de Correa o Pablo Crespo. En este sentido, es significativo que el juez Pedreira, hoy ya fallecido y antaño instructor de esta causa, sólo llamara a testificar a la señora Garrido una sola vez, un testimonio que duró solo 37 minutos.