La Comunidad de Madrid destina 2 millones de euros para la retirada de residuos del vertedero de Seseña. Así lo ha anunciado el consejero de Presidencia, Ángel Garrido, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Según ha explicado, el Ejecutivo regional ha aprobado un presupuesto de 2 millones de euros mediante tramitación de emergencia para acometer de forma urgente la retirada de los restos de neumáticos quemados y el suelo afectado tras el incendio originado en el vertedero de Seseña. El objetivo, ha afirmado Garrido, es evitar una nueva combustión y una posible transferencia de contaminación en la zona. Además, los trabajos, que los realiza la empresa pública TRAGSA, ya están en marcha en la zona.
«Una vez extinguido el fuego y desactivado el Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid (PLATERCAM), la actuación de la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio viene avalada por el informe emitido por la Dirección General de Protección Ciudadana, en el que se justifica la puesta en marcha de manera urgente de los trabajos necesarios que conlleven la retirada del material extinguido», ha explicado el Gobierno regional.
La empresa pública Tragsa es la encargada de llevar a cabo la limpieza de los residuos. Los operarios de la compañía ya se encuentran trabajando en la zona del vertedero situada en Valdemoro para realizar una primera inspección de los distintos restos originados por el incendio. «Se trata, en primer lugar, de caracterizar dichos residuos para conocer las distintas tipologías, cuantificar su volumen y determinar las alternativas de tratamiento más adecuadas para cada uno de ellos», ha informado el Ejecutivo regional.
Según ha explicado el Gobierno de Cifuentes, se baraja recuperar la parte metálica de los neumáticos quemados para su valorización y eliminar los residuos no susceptibles de ser aprovechados. Al mismo tiempo se estudiará la posibilidad de dar una valorización energética tanto a estos restos de neumáticos como a las cenizas provocadas por su combustión. «La capa de suelo más superficial se retirará y se someterá a un tratamiento similar al de los restos quemados, y se establecerá un seguimiento y control ambiental de las aguas superficiales y subterráneas de la zona», ha concluido el Ejecutivo regional.
Redacción