Manuela Carmena tenía ganas. Cuando todavía marcaban las 09.15 horas de la mañana en el majestuoso reloj del salón de plenos del Ayuntamiento de Madrid, la alcaldesa avisaba por su micrófono a los concejales rezagados que deambulaban por los pasillos que comenzaran a tomar asiento. Era su primer Debate sobre el Estado de la Ciudad tras un año de mandato lleno de polémicas por su política en Urbanismo o Seguridad Ciudadana. Todos se habían desayunado con las recetas de seguridad de Ahora Madrid para la ciudad: jurados de vecinos y comisarios vecinales en los distritos.
Primer debate y primera novedad. La primera edil a pesar de su edad y no pertenecer a la generación 3.0 se ha mostrado muy amiga de las nuevas tecnologías al facilitar una tablet a cada concejal para que pudieran comprobar y seguir todos los datos que se iban a presentar a lo largo del Pleno. Tras las explicaciones de clase de colegio sobre la utilización del pereférico por parte de un funcionario del Consistorio, Manuela Carmena tomaba la palabra. Prometió ser breve, pero su discurso se alargó más de dos horas. Sus primeras palabras fueron una oda a su gestión cercana y transparente. Villacís luego lo calificaría como un “mitín electoral”.
“Me encuentro orgullosa de lo que he hecho como alcaldesa y de lo que ha hecho mi equipo de gobierno”, afirmó la alcaldesa para recordar que Ahora Madrid se trata de “una agrupación de ciudadanos” que se aleja de la visión tradicional de un partido político. Pero no por eso evitó tirar de un clásico de la política de siempre: quejarse de a herencia recibida, tras los años de mandato del Partido Popular. “Creo que hemos hecho una buena labor y la ciudad está mejor que la encontramos”, continuó la primera edil para lanzar así su primera ‘pullita’ al PP. Carmena, novata en estos debates, prometía guerra.
Después de hacer un breve repaso sobre la importancia de la Ley de la Memoria Histórica al entender que las calles de Madrid han de tener los nombres de aquellas personas que “han luchado por la democracia”, llegó el segundo reproche al Partido Popular. “Algún día sabremos por qué los antiguos regidores vendieron 2.025 viviendas a fondos de inversiones mientras miles de personas eran desahuciadas día a día”, se lamentó mientras Esperanza Aguirre mascullaba en bajo con sus colegas populares.
Y por último, su tercer dardo al antiguo equipo de Ana Botella. “Nos encontramos demasiados procesos urbanísticos paralizados y estamos orgullosos de haber desbloqueado una multitud de proyectos urbanísticos en los que están implicadas varias cooperativas vecinales”, se refirió la alcaldesa en relación a los planes de urbanismo del Consistorio. Sin embargo, reconoció que “ni ella misma” sabía en qué situación se encontraba la venta del edificio de Plaza de España. En este punto de la intervención Esperanza Aguirre esbozó una sonrisa que no pudo reprimir. De aquí hasta el final de su ‘spech’ los bostezos fueron los grandes protagonistas.
Luego intervino Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, que aunque agradeció el tono conciliador de la alcaldesa aprovechó para afirmar que no deberían de seguir gobernando porque “no han mejorado la vida de los madrileños” y corren el riesgo de ser recordados como como “el gobierno del desempleo”. Villacís también aprovechó para arremeter contra la gestión del Partido Popular de Ana Botella con la esperanza de que Aguirre entrara al trapo, pero la líder de los populares tenía dos claros objetivos: Manuela Carmena y Rita Maestre.
«Los comisarios políticos»
Esperanza Aguirre tomó la palabra con la firmeza y la seguridad que le caracteriza y comenzó su intervención haciendo referencia a uno de los puntos débiles de Ahora Madrid en la actualidad, las pasadas Elecciones Generales del 26 de junio. El declive de los alcaldes del cambio no ha pasado desapercibido para nadie y menos para Aguirre que no ha tardado ni 30 segundos en recordar los resultados electorales de Unidos Podemos en la capital de España.
“Han perdido uno de cada tres votantes en Madrid. Su partido ha cosechado un suspenso sin paleativos y eso que esas horas los madrileños no se habían enterado de su nuevo modelo de seguridad que pretende instaurar comisarios políticos en cada distrito de Madrid”, arrancaba la ex presidenta de la Comunidad.
Para argumentar la pérdida de votos y de confianza en el partido ‘podemita’, Aguirre echó en cara a Manuela Carmena y su equipo de utilizar el Ayuntamiento como “plataforma propagandística”. Y en este sentido, recordó que ella es la primera alcaldesa de Madrid que es expedientada por la Junta Electoral por pedir el voto para Unidos Podemos en la jornada de reflexión.
Para finalizar su primera intervención hizo alusión a la supuesta paralización que sufre la capital. “Madrid no es que se pare es que retrocede. Por primera vez en Madrid la tasa de paro en la capital es más alta que en la Comunidad. El efecto Carmena es nocivo para la capital”, apuntilló.
Cuando Carmena volvió a abrir su micrófono no dejo pasar la oportunidad para contestar a la líder de los populares. “Madrid no está parando nada, no es verdad. La organización empresarial están contentos con nosotros”, reprochó la alcaldesa a Aguirre. Además, se entristeció por el tono y las formas que empleó la ex presidenta de la Comunidad durante su intervención. “¿Es esto lo que quiere señora Aguirre?”, le preguntó para luego añadir: “Ha hecho un ejercicio de falta de rigor alarmante cuando la sociedad lo que quiere es que nos entendamos”.
En el segundo ‘round’, Esperanza Aguirre en un tono sarcástico “lamentó que hubiera pasado un mal rato” durante su primera intervención, pero afirmo que tenía que “aprender” a escuchar las críticas de la oposición. “Usted ahora es alcaldesa, no jueza, y las críticas no son un desacato, son una obligación”, terminó con un tono de voz elevado.
Carlos Lospitao