lunes, septiembre 30, 2024
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El nuevo Mercado de Legazpi de Carmena no gusta a nadie

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El proyecto de remodelación del antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi presentado por el Ayuntamiento de Madrid ha provocado el enfado de los vecinos del distrito de Arganzuela y de los expertos en patrimonio arquitectónico. La asociación Espacio Vecinal Arganzuela dice que los procesos de participación planteados por el consistorio madrileño para decidir el futuro del edificio son “tramposos”, mientras que el Comité Internacional para la conservación y defensa del Patrimonio Industrial (TICCIH) ha criticado el plan de la alcaldesa, Manuela Carmen, a través de un comunicado. Tanto vecinos como expertos creen que el plan no protege el valor patrimonial y arquitectónico de este espacio histórico.

El Ayuntamiento presentó el plan integral de remodelación del Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi el pasado mes de marzo. Contempla la construcción de oficinas para albergar a 2.000 empleados municipales además de una plaza pública y una serie de dotaciones públicas. Según anunció el consistorio, la inversión de las obras oscilará entre los 50 y los 70 millones de euros. El plan fue presentado de la mano del concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, el concejal de Coordinación Territorial y Asociaciones, Ignacio Murgui, la concejala de los distritos de Arganzuela, Rommy Arce y el concejal de Urbanismo José Manuel Calvo. El Ayuntamiento propuso

Sin embargo, el plan no ha convencido ni a los vecinos ni a los expertos en patrimonio arquitectónico que han criticado públicamente la iniciativa de Carmena. La asociación Espacio Vecinal Arganzuela sostiene que se trata de la adaptación del proyecto impulsado por el exalcalde Alberto Ruiz Gallardón y lamenta que, por el momento, no se han tenido en cuenta las aportaciones de los vecinos afectados. “El proyecto de remodelación del espacio plantea una serie de actuaciones que a nosotros no nos parecen correctas. Nos parece una agresión al edificio y al valor patrimonial que tiene y así lo hemos manifestado”, afirma Ángel, portavoz de la asociación de vecinos. Rechazan la construcción en la plaza del edificio. “El aspecto más polémico de todo el proyecto es la construcción en el patio central del Mercado, pero el Ayuntamiento se ha empeñado en construir dentro de esa plaza para conseguir más espacio para más puestos de oficinas”, defiende Ángel.

Además, los vecinos del distrito denuncian que los procesos de participación que ha puesto en marcha el consistorio madrileño son “tramposos”. Sostienen que el Ayuntamiento ha presentado un proyecto prácticamente cerrado y que no tiene en cuenta las demandas de los residentes del barrio. “El proceso de participación planteado por el Ayuntamiento de Madrid es relativo. Creemos que es tramposo porque no se puede presentar un proyecto a un proceso de participación que está casi cerrado. Tenemos la sensación que el proceso de participación no avanza porque en las sesiones de debate siempre se vuelve a presentar como punto de partida el proyecto del Ayuntamiento sin tener en cuenta los aspectos aportados por los expertos y por los vecinos del barrio”, explica Ángel. La asociación pide empezar de cero. “Hay que empezar de otra manera y plantear un proyecto distinto. El Ayuntamiento tiene que cambiar la actitud y reconsiderar el punto de partida”, añade el portavoz.

Por su parte, el Comité Internacional para la conservación y defensa del Patrimonio Industrial ha publicado un comunicado en el que cuestiona la iniciativa de Carmena. Cree que el plan propone obras “agresivas” que atentan contra el valor arquitectónico del espacio. “El Mercado de Legazpi, a pesar de sus extraordinarios valores: histórico, arquitectónico (tipológico, constructivo y urbano), social, y simbólico, se encuentra hoy amenazado por un proyecto municipal que plantea una grave alteración volumétrica, la destrucción de elementos singulares de su estructura y un desmantelamiento extensivo de sus cerramientos”, denuncia la organización.

El escrito también alerta a la “opinión pública, al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y a los órganos competentes en materia de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, acerca del riesgo de alteración de este edificio, testimonio extraordinario de la arquitectura moderna española de los años 30, y el único en su género que se ha conservado hasta hoy sin alteraciones irreversibles en la ciudad de Madrid”. Vecinos y expertos desean que el consistorio madrileño reconsidere su postura.

Marina García-Rico

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