Una de las universidades más importantes de España tiene en mente varios planes de renovación y reestructuración que podrían hacer peligrar su condición de pública en un futuro no muy lejano. Lo sorprendente del asunto es que estos proyectos nacen de Carlos Andradas, el rector de la Complutense que se presentó a las últimas elecciones como abanderado de la marea verde, que defiende la educación pública.
Uno de los planes que se aprobó en enero y que por lo tanto ya puede ser aplicado es el que hace referencia a la actividad de las empresas privadas dentro de la Universidad. Con este nuevo modelo, se ha abierto las puertas de par en par al capital privado y esto ha sido interpretado por los estudiantes como un ataque a lo público.
“Con la aprobación de esta medida las empresas dependiendo del dinero que pongan encima de la mesa obtendrán una serie de privilegios que van desde la elaboración de planes de estudio o contratación del profesorado hasta apoderarse de las patentes resultantes de la investigación de los estudiantes”, defiende Mónica, portavoz del Sindicato de Estudiantes Estatal (SE).
Pero la entrada de capital externo no es el único argumento que esgrimen los estudiantes para afirmar que la Complutense ha tomado la vía de la privatización. “El famoso 3+2 (la reducción de los años de carrera para obligar a los estudiantes a realizar un master de pago) fue el primer paso para acercar la educación a una minoría privilegiada y alejarla de una mayoría con menos recursos económicos”, explican desde el SE.
Aunque el último escollo que se han encontrado los alumnos del centro universitario madrileño es el nuevo plan que el rector pretende aprobar el próximo mes de septiembre. Andradas quiere reducir el número de facultades hasta 17. La disminución supondrá la desaparición de las facultades de Enfermería, Odontología, Estadística, Comercio y Turismo, Óptica, Geológicas, Filosofía, Trabajo Social y Documentación.
¿Un cambio consensuado?
La Universidad Complutense, por su parte, argumenta que todos los cambios que pretende realizar para el nuevo concurso intentarán realizarse con el “máximo consenso posible”. Además, defiende que el nuevo modelo tiene la intención de “reforzar las tareas de carácter más académico de las facultades y aligerarlas de las tareas con mayor carácter administrativo o burocrático”.
Los estudiantes no comparten la visión del centro y tienden a pensar que la fusión de facultades es “sólo el primer paso” para eliminar grados y limitar así los estudios a realizar en la Universidad Complutense. “Se va a arrasar con el 60% de la Universidad y los 185 departamentos se van a quedar en 72. Esto va a suponer un despido masivo de personal y una disminución en la calidad de la enseñanza”, afirma el SEC.
Además del contenido de las propuestas, los universitarios critican las formas y el cómo se han realizado. De hecho, los alumnos se enteraron de los planes de Andradas porque el propio rector mandó el nuevo modelo a los decanos de las distintas universidades en una presentación en formato 'powerpoint' que se filtró finalmente al alumnado. Esta acción colisiona de forma directa con la idea que tenía la Complutense de unificar criterios y buscar el máximo consenso posible. También se han discutido los tiempos a seguir de la propuesta del rector. “Es curioso que el tiempo de debate del proyecto se plantee en los meses de julio y agosto cuando todos los estudiantes y los profesores estamos de vacaciones… ¿Qué coincidencia?”, se preguntan en el SE.
Huelga en octubre
Como consecuencia de todos estos cambios realizados, el Sindicato de Estudiantes ha convocado una huelga general para los días 18, 19 y 20 de octubre. “Hemos decidido hacerla tan tarde para que puedan participar el máximo número de personas posibles y para que se animen también los profesores y el personal administrativo, que pueden ver peligrar su trabajo con este nuevo modelo”.
Respecto a la pérdida de empleos, la Universidad Complutense se ha mostrado tajante y negado que se vaya a despedir a nadie al aplicar las nuevas propuestas. “El resultado final de este proceso no implicará en ningún caso una merma en las magnitudes que tiene la Universidad Complutense. No se reducirá el número de Profesores o Personal de Administración y Servicios”, comunican desde el centro educativo.
El futuro de la Complutense se plantea incierto. Aunque por encima de planes, proyectos y propuestas que tienden más a lo privado que a lo público lo que más ha molestado en el colectivo estudiantil es de quien provienen esas ideas. “Andradas se presentó a las elecciones como la oposición de la izquierda y como el abanderado de la marea verde. Se mostró muy crítico con la política del anterior rector, pero al final está llevando a cabo las mismas ideas que su antecesor, argumentan desde el SE.
Carlos Lospitao