domingo, noviembre 24, 2024
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El Ayuntamiento toleró la estafa de la ‘Wolfrace’ para llenar sus hoteles y bares

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Ha pasado casi un mes del intento fallido de la celebración de la Wolfrace, una carrera de obstáculos en plena Sierra de Guadarrama, pero es ahora cuando comienzan a salir a la luz los entresijos de lo que muchos corredores han calificado como «una estafa”. “El Ayuntamiento de Guadarrama está contento porque sus restaurantes y hoteles se llenaron, que era lo importante para ellos”, afirman fuentes del propio Consistorio. “Vi a la alcaldesa, Carmen María Pérez, tomando una copa y riendo en un bar pocos minutos después de que se anunciara la cancelación de la carrera”, confirma la misma fuente.

En un principio, la indignación y el enfado de los corredores han recaído sobre los hombros del organizador del evento, Carlos García Muñiz. Por su parte, el Ayuntamiento de Guadarrama, colaborador de la carrera según anuncia la propia página web de la WolfRace, se ha limitado a comunicar que iban a estudiar lo sucedido y a emprender acciones legales si así lo consideraban oportuno.

Wolfrace

Imagen de la página web de la carrera donde el Ayuntamiento de Guadarrama aparece como colaborador.

Pero el tiempo pasa y el Consistorio de la localidad madrileña da la callada por respuesta. Algunos miembros de la oposición han preguntado por el grado de implicación que el propio equipo de gobierno tenía para con la celebración de la carrera. Las contestaciones no han sido del todo aclaratorias. Más bien todo lo contrario.

En un pleno ordinario, José Ramón Culebras, concejal del Ayuntamiento por Vox, preguntó al concejal delegado, Miguel Ángel Herrero Olivares, por la participación del Consistorio en la carrera. Herrero Olivares restó importancia al asunto y eximió de toda culpa al equipo de gobierno. Por este motivo, Rodríguez animó al pleno a tomar acciones legales contra García Muniz, organizador de la carrera. Y fue en este momento cuando la ambigüedad hizo acto de presencia. “Tenemos un problema. Como eramos colaboradores y no patrocinadores no podemos presentar una denuncia porque lo que supondría es que seríamos responsables civiles subsidiarios y sería un problema mayor para el Ayuntamiento”, respondió el concejal delegado. Es decir, el Consistorio reconoce su parte de culpa.

Desde aquel momento y ante la incoherencia de los argumentos del Consistorio, Rodríguez no ha cesado de buscar al verdadero responsable de una carrera que acabó con la tibia rota de un corredor y con la suspensión final de la misma “por falta de luz”, según la versión oficial. “He pedido por escrito el grado de implicación de Guadarrama y si de las arcas municipales ha salido alguna partida económica para la celebración del evento”, afirma.

¿Quién pagó los cuerpos municipales?

Lo que es irrefutable es que la localidad madrileña cedió su complejo deportivo, lugar donde se encontraba la línea de salida y de meta, a la organización. Además, también puso a disposición de la carrera personal de Protección Civil y algunos policías municipales. De momento, no han aclarado si estos gastos corrían a cuenta del Ayuntamiento o del propio responsable del evento.

Ante esta tesitura, muchos de los corredores se plantean denunciar a Carlos García Muniz, pero también hay muchos otros que quieren ampliar el número de culpables e incluir también al Consistorio de Guadarrama en la acusación. El problema es la falta de información y la opacidad con que se ha tratado el tema, ya que ni los propios participantes conocen la responsabilidad del Ayuntamiento.

Una rueda de prensa concedida el pasado 14 de julio con motivo de la presentación de la carrera ha sido la clave para que muchos ‘runners’ se hayan planteado la posibilidad de ejercer acciones legales contra el Consistorio. Al acto, además de Carlos García Muñiz, asistieron la alcaldesa, Carmen María Pérez y Miguel Ángel Herrero Olivares, concejal adjuntos y de Deportes. “Desde Guadarrama estamos muy comprometidos con la proyección de nuestro municipio y por eso estos proyectos ilusionantes que ofrecen nuevos retos y nuevas oportunidades a los emprendedores de la zona y a cuantos quieren disfrutar del deporte nos parecen siempre una buena idea”, fueron las palabras de la primera edil.

Al final, los únicos beneficiados de este intento fallido de carrera OCR ('Obstacle Course Races' -de obstáculos-) fueron los hoteles, hostales y bares de la localidad madrileña que vieron como sus habitaciones y salones se llenaban de corredores venidos de todos los puntos no sólo del país, sino del mundo.

¿Dónde está el dinero de las inscripciones?

Además de las responsabilidades que pueda tener cada uno de los actores implicados en el despropósito en que derivó el evento, hay algo innegociable para todos los participantes, el dinero de la inscripción. La dirección de carrera anunció a través de las redes sociales que comenzaría a hacer las devoluciones a partir del 25 de julio. Para ello pedían a todos los inscritos mandar el nombre y apellidos del participante y el número de cuenta donde querían que fuera ingresado su dinero a una dirección de correo electrónico. Esta solución no gustó a muchos de ellos, que veían innecesario tener que facilitar un dato tan personal por internet.

Por su parte, la plataforma de pago encargada de tramitar los dorsales también facilitó otro email para que los corredores mandaran sus datos y así poder cobrar el importe íntegro de la inscripción. El desconcierto fue total porque luego la misma plataforma se desdijo y trasladó toda la carga administrativa a la organización de la carrera.

La realidad es que a día de hoy no todos los corredores han recibido su dinero. Y lo que es peor, Carlos García Muñiz ha prometido a muchos de ellos unos plazos que no ha podido o no ha querido cumplir. “Estoy harto del impresentable este. Me vacila día tras día por whatsapp diciendo que me lo devuelve mañana y así llevo diez días y nada”, afirma uno de los corredores en un foro de internet.

Al final, la Wolfrace sí ha cumplido alguno de sus objetivos, porque prometían ser la mejor carrera de obstáculos: no lesionarse, no haber sufrido ningún robo durante la celebración del evento y recuperar el dinero en el tiempo pactado se ha convertido en misión imposible.

Carlos Lospitao

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