El Ayuntamiento de Perales de Tajuña ha abierto el plazo de inscripción para el Curso de Gerontogimnasia y Memoria. Una actividad que no sólo funciona como una terapia de envejecimiento activo, sino también como un método efectivo para evitar la soledad de los mayores a través de un ocio diferente.
“Mens sana in corpore sano”. Esa podría ser la filosofía del curso gratuito de Gerontogimnasia y Memoria que, por segundo año consecutivo, organiza el Ayuntamiento de Perales de Tajuña para los mayores de 65 años que se niegan a que su edad de oro signifique perder muchas de sus capacidades físicas y mentales.
Un taller de envejecimiento saludable en el que, durante tres horas a la semana, los mayores de Perales realizan ejercicios de flexibilidad y coordinación, fuerza muscular, así como ejercicios aeróbicos, pero sin olvidar la mente, ejercitando la memoria para solucionar los olvidos cotidianos.
Desde la Concejalía de Educación explican que la idea surgió para beneficiar a los mayores que “son el colectivo que en muchas ocasiones más han sufrido la crisis, quedándose sin su ocio por mantener a sus familias en riesgo de exclusión social”. Destacan también que no sólo participan mujeres, más propensas a este tipo de actividades, sino también hombres que buscan un ocio diferente.
Pero el objetivo del programa va más allá de una mera actividad física y mental, supone una alternativa terapéutica para evitar situaciones de soledad y desamparo de aquellos mayores que viven solos durante la mayor parte del año. Además, el Consistorio realiza un seguimiento trimestral de los objetivos y logros de los participantes en el curso para asegurarse su correcto funcionamiento.
“Con esta actividad gratuita pretendemos contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestro mayores, especialmente durante los meses de invierno, que es cuando tienen menos actividades de ocio”, ha explicado la alcaldesa, Yolanda Cuenca.
Alrededor de 20 mayores se beneficiaron, el curso pasado, de un taller que se ha convertido en todo un éxito y cuyo objetivo final es que no se nos olvide mover el esqueleto.
José Casanate