En la Asamblea de Madrid después de la calma viene siempre una tormenta. A veces la menos esperada. Es lo que ha ocurrido este jueves entre Cristina Cifuentes e Ignacio Aguado, o lo que es lo mismo, entre PP y Ciudadanos, rompiéndose así la inercia esperada del pacto entre ambos. Tras la primera sesión del Debate del estado de la Región, que arrancó el miércoles con el discurso ‘rajoyniano’ de la presidenta, sin turno de réplica y de más de dos horas de duración, el hemiciclo se ha convertido en un ring. Cifuentes y Aguado han sido los primeros en iniciar el combate, el más agrio de la sesión. La disputa se ha centrado en esclarecer quién ocupa el “centro político” en el Parlamento autonómico. La líder ‘popular’ quiere evitar que Ciudadanos le arrebate el espacio, mientras que los de Aguado necesitan justificar su pacto ante sus electores y dar sentido a su existencia presentándose como la fuerza política obliga al PP a desarrollar un programa más moderado.
Tensión entre Aguado y Cifuentes
El líder de la formación naranja ha sido el primero en subir a la tribuna y ha basado su discurso en atacar a su “socia” y su gestión. Ha acusado al Ejecutivo regional de no tener una estrategia clara para impulsar el crecimiento económico y el empleo en la Comunidad de Madrid y le ha recordado los casos de corrupción que asedian al PP. Ha lamentado la falta de autocrítica de la presidenta e incluso ha afirmado que para los ‘populares’ las políticas sociales significan “caridad”. “Tenemos que estar constantemente detrás de ustedes y a pesar de ustedes hemos conseguido que apliquen políticas sociales”, ha afirmado Aguado, que ha explicado que los contratos en la región son precarios y el crecimiento endeble. Sin embargo, lo cierto es que Ciudadanos tampoco ha realizado ejercicios de autocrítica, a pesar de que mantiene su apoyo al Ejecutivo regional, más bien todo lo contrario. “¿Ustedes no se cansan de colgarse medallas?”, ha peguntado Cifuentes en su turno de réplica.
Cifuentes se ha mostrado disgustada por las críticas de Aguado y ha dedicado más de una hora de réplica para responderle. Ha tratado de sacar pecho y ha repetido su lista de cifras. El crecimiento al 3% y la destinación de 9 de cada diez euros a políticas sociales lo ha repetido en casi todas sus intervenciones. “Ha sido un discurso de crítica tremendamente feroz. Cualquiera dice que tenemos un acuerdo de investidura”. Ha defendido que las políticas sociales que Ciudadanos “ha hecho suyas” ya estaban previstas en el programa electoral del PP y las ha enumerado en la tribuna. Por otro lado, ha reprendido a Aguado por las declaraciones que realizó el miércoles. “Le aseguro, con todo el cariño, que usted no necesita llevarme a ningún sitio y menos al centro político donde llevo instalada muchísimos años”. Pero también ha aprovechado para atacar a su compañero de investidura y lo ha acusado de estar “descentrado”.
Ha sido entonces cuando Aguado ha sacado la artillería pesada y le ha recordado la corrupción que salpica al PP. “No esperen de nosotros complacencia ni palmaditas en la espalda. Ustedes son el PP de Bárcenas, son el primer partido imputado por financiación ilegal, existen indicios de que llevan más de veinte años financiándose de manera ilegal, son los de Soria. No se nos olvida y no se nos va a olvidar nunca”, ha dicho Aguado.
Venezuela y vieja política
El enfrentamiento ha continuado tras la intervención de José Manuel López, líder de Podemos. En este caso, Venezuela, la vieja y nueva política y la corrupción han sido los temas tratados. El portavoz de la formación morada ha afirmado que Cifuentes no tiene la legitimidad para abordar “un proceso de regeneración democrática”. “No ha resuelto los problemas que nos dejaron Aguirre y González. Y Ustedes, señores de Ciudadanos, nos hablaron de cambio y son los de la restauración, no se puede votar cambio y votar al PP”, ha declarado López.
Cifuentes ha aprovechado para arremeter contra Podemos con menciones a Venezuela. “Están hablando de nueva política, pero cuando hablan lo único que hacen es coartar con los argumentos de la vieja política, rancia y obsoleta, viejuna, llena de prejuicios de otros países, de repúblicas bananeras”, ha dicho la presidenta, que ha vuelto a acusar al partido de “cobrar de gobiernos latinoamericanos sin declarar”. Por otro lado, ha asegurado que Podemos se “dedica” a arrojar “insidias” sobre sus diputados para tratar de vincularlos con casos de corrupción. “Relacionar a Echevarría con corrupción es mezquino. Ustedes ya tienen casos de corrupción como el de Nerea Belmonte. Y no ha dejado su escaño, pero para ustedes eso no es corrupción”.
Por su parte, Ángel Gabilondo, líder socialista, ha insistido en que la gestión de Cifuentes se basa en la “apariencia”. “El Gobierno subordina el interés público al privado, ignora la desigualdad creciente y no afronta la corrupción en sus raíces”, ha explicado el portavoz socialista. “Se lamentan públicamente de diversos comportamientos pero no acabamos de saber qué ha ocurrido realmente con Arpegio, en el Canal de Isabel II, en la Ciudad de la Justicia y en tantos otros asuntos que están por iluminar en esta Comunidad”, ha añadido. “Usted y su Gobierno ignoran la creciente desigualdad en nuestra región como insignificante daño colateral de su gestión, pero ese daño causa mucho dolor a centenares de miles de jóvenes sin empleo, a trabajadores con contratos precarios, a familias sin recursos para pagar una vivienda o mantener a sus hijos”, ha concluido Gabilondo, que ha cerrado el turno de los portavoces.
Marina García-Rico