La Policía Nacional ha detenido a los cuatro yihadistas que estaban en libertad provisional del total de nueve que la Audiencia Nacional ha condenado hoy por captar adeptos en Madrid, en especial en los alrededores de la mezquita de la M-30.
Según ha informado esta tarde el Ministerio del Interior, agentes de la Comisaría General de Información han arrestado a cuatro condenados, que se encontraban en libertad condicional a la espera de la resolución de la sentencia judicial tras haber sido detenidos en junio de 2014.
Lo han hecho en cumplimiento de un escrito de la Sala de lo Penal de la Sección Primera de la Audiencia Nacional en el que se solicitaba la busca, captura e ingreso en prisión de los arrestados, tres de nacionalidad marroquí y uno de nacionalidad argentina.
La célula desarticulada de la que formaban parte habría enviado, desde Marruecos y España, a once yihadistas a zonas de conflicto para unirse a las facciones de Al Qaeda en la zona de Siria e Irak, ha precisado Interior.
Los cuatro detenidos hoy ya fueron arrestados en el marco de una operación de la Comisaría General de Información desarrollada el 16 de junio de 2014.
En esta operación fue desarticulada una red con conexiones internacionales, cuya actividad consistía en la financiación, captación, radicalización, adoctrinamiento y envío de combatientes para su integración en organizaciones terroristas yihadistas, filiales de Al Qaeda, ha recordado el Ministerio.
La Audiencia Nacional ha condenado hoy a ocho años de cárcel a ocho acusados de captar yihadistas en Madrid, en especial en los alrededores de la mezquita de la M-30, y a once años y medio a su líder, el marroquí expreso de la base estadounidense de Guantánamo Lahcen Ikassrien. Cuatro de ellos son los arrestados esta tarde.
La Sección Primera de la Audiencia sentencia a los nueve por un delito de integración en organización terrorista y considera probado que los condenados, junto con otras personas desplazadas en zonas de conflicto, constituían «una auténtica plataforma de envío de combatientes yihadistas», han informado fuentes jurídicas.
Formaban un grupo autodenominado Brigada Al Andalus, que desde principios de 2011 hasta su desarticulación, en junio de 2014, realizó labores de captación, radicalización, adoctrinamiento y posterior envío de voluntarios yihadistas para llevar a cabo acciones terroristas «integrados en las franquicias de Al Qaeda».
En el grupo, explica la sentencia, existía un núcleo directivo, encabezado por Ikassrien, y otro de personas captadas para desplazarse a Siria, entre los que figuraban también quienes previamente habían realizado labores de adoctrinamiento.
Ikassrien, alias Hassan, era el referente ideológico de la célula, al que los demás acusados mostraban respeto por sus experiencias vividas en Afganistán y luego en Guantánamo.
El líder ejercía de mentor y también les ayudaba en problemas cotidianos, hasta el punto de que llegó a acoger a uno de ellos en su casa tras una discusión con sus suegros, relata la sentencia.