Se acabaron las buenas formas. La Policía Municipal de Madrid ha declarado la guerra a Manuela Carmena. El próximo 5 de octubre a las 11.00 horas de la mañana, el sindicato CPPM ha convocado una manifestación en la plaza de Cibeles «con motivo de los continuos atropellos y faltas de respeto que viene cometiendo el Consistorio contra el Cuerpo Local». La concentración durará dos horas y ya cuenta con la aprobación de la Delegación de Gobierno. Aunque de momento, sólo CPPM ha confirmado su presencia, no se descarta que otros sindicatos se unan oficialmente, o que alguno de los afiliados de las otras centrales se citen en la castiza plaza de capital.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la Policía Municipal ha sido el nuevo acuerdo laboral que el Ayuntamiento pretender firmar sólo con el beneplácito de UPM. El «decretazo», como así lo han calificado el resto de centrales, fue llevado a referéndum el pasado 28 de septiembre. A las urnas acudieron cerca de 700 agentes. Es decir, sólo un 8% de la plantilla decidió el futuro de la jornada de laboral de todo el Cuerpo Local. El resultado, como era de esperar, fue positivo y ahora el Ayuntamiento pretender firmar el acuerdo sólo con el apoyo de UPM, un sindicato que todos califican como «afín» al poder. El resto de agentes, un 70% que no pertenece a esta central, se muestran contrarios a este acuerdo.
«El Ayuntamiento de Madrid con la firma de UPM va a validar ese acuerdo. Por lo tanto de democracia, nada. Esto es una imposición y un decreto conchabado con otro sindicato afín», afirma Julián Leal, portavoz del CPPM.
Además de no estar de acuerdo con lo firmado entre UPM y el Ayuntamiento, Leal también teme de que estén incurriendo en una ilegalidad y que al final el asunto acabe en los tribunales. «Sabemos cómo está redactado y que el Tribunal Constitucional puede invalidar la jornada de 35 horas como ya ha pasado en Castilla La Mancha, porque vulnera el Real Decreto 20/2012 que establece la jornada laboral de todos los funcionarios del país en 37 horas y media. Todo esto da el traste con el acuerdo que tenemos actualmente. En caso de que el Estado lo tumbe vamos a estar mucho peor que en la actualidad», explica Leal.
Pero la jornada laboral es sólo la última de las causas que han motivado la concentración convocada para el próximo 5 de octubre. De hecho, CPPM ha decidido tomar esta decisión ante el «clamor» de sus afiliados y por la sensación de sentirse «marionetas del poder». Consideran que el equipo de Manuela Carmena está incurriendo en continuas faltas de respeto contra la Policía Municipal. En este contexto se enmarcan las últimas declaraciones de Rita Maestre en las que tildó de mentirosos a los dos agentes que fueron agredidos por dos manteros y que se produjeron horas después de que el Consistorio anunciara un plan para acabar con la venta ambulante ilegal.
Precisamente la implantación de este «plan fantasma» es otro de los motivos que han llevado a los agentes municipales a movilizarse. «El plan anti manteros no se ha llegado a ejecutar. No hemos encontrado a nadie del cuerpo que nos haya informado de que ese proyecto estuviera ni siquiera planificado», afirma Leal.
El sindicato policial también acusa de Manuela Carmena de incumplir sus promesas. «Dijo que teníamos las puertas abiertas de su despacho y nunca nos ha recibido, a pesar de haberle escrito multitud de escritos. Se niega en rotundo a recibirnos», explica el portavoz de CPPM. Por último, en una misiva dirigida a la alcaldesa, la central policial solicita la dimisión de Javier Barbero, concejal de Seguridad, y todo su equipo de trabajo.
Carlos Lospitao