La Comunidad de Madrid ha aprobado un código ético para sus altos cargos basado en la “transparencia” y la “ejemplaridad”. Así lo ha anunciado la presidenta regional, Cristina Cifuentes, junto al consejero de Presidencia, Ángel Garrido, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en la que ha explicado que se trata de una iniciativa que pretende limitar el papel de los altos cargos en las contrataciones, acabar con las llamadas ‘puertas giratorias’, la supresión de las dietas así como la aceptación de “regalos”, entre otras cosas.
“Establecemos un nivel de exigencia ética a los altos cargos superior en muchos aspectos a lo previsto hasta ahora en las normas vigentes”, ha asegurado Cifuentes. El Código Ético propuesto por el Ejecutivo regional entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial y deberán acatarlo los altos cargos de la Administración regional, presidentes, directores y gerentes de las fundaciones públicas y consorcios participados por la Comunidad de Madrid.
“Ejemplar, austero y trasparente”
El código dictamina que los altos cargos no podrán formar parte de las mesas de contratación cuando sean el órgano decisor, tampoco serán miembros de los tribunales para la selección de empleados públicos y no formarán parte de las comisiones de valoración en las subvenciones de concurrencia competitiva. “Situamos la ética en la gestión pública por delante incluso de la legalidad”, ha anunciado la presidenta regional.
Por otro lado, los altos cargos deberán abstenerse en aquellos asuntos en los que tengan un interés personal y no podrán aceptar regalos ni beneficios “de cualquier naturaleza” derivados de su cargo “salvo muestras de cortesía habitual”. “No hay limitación económica pero entra dentro del sentido común. Uno sabe perfectamente cuando se supera el grado de cortesía”, ha explicado Garrido.
Respecto a la “actuación transparente”, el Gobierno regional ha manifestado que los altos cargos deberán comunicar al Consejo de Gobierno “la apertura de cualquier procedimiento penal contra su persona” y además “deberán dimitir en cado de ser formalmente investigados por un delito relacionado con corrupción”. Tampoco podrán apoyar peticiones de indulto a personas condenadas por delitos de violencia de género, de terrorismo, contra la Administración Pública “u otros delitos que por su gravedad causen una especial alarma social”, tal y como ha afirmado el Ejecutivo de Cifuentes.
‘Puertas giratorias’ y dietas
Según ha explicado Cifuentes, la Comunidad de Madrid también pretende poner fin al cobro de dietas injustificadas y acabar con las llamadas ‘puertas giratorias’. En concreto, en los dos años siguientes a su cese, los altos cargos tendrán que renunciar a ser contratadas por empresas que sean concesionarias de la Administración de la Comunidad o que lo hubieran sido mientras eran altos cargos “siempre que hubieran participado en el correspondiente proceso de adjudicación”. Asimismo, los altos cargos están obligados a renunciar a las dietas o pagos similares que les pudieran corresponder por asistir a consejos de administración y otros órganos de los que formen pare por razón de su puesto. «Renunciarán alas dietas o similar y no aceptarán tarjetas de crédito para gastos derivados del ejercicio de sus funciones», dice el Ejecutivo regional.
Además, el secretario general técnico de la Consejería de Presidencia elaborará un informe de evaluación anual de cumplimiento de este código ético que será remitido a la Comisión de viceconsejeros y secretarios generales técnicos. “Los altos cargos deberán manifestar su adhesión expresa e individualizada al código ético”, ha concluido Cifuentes.
Marina García-Rico