jueves, octubre 3, 2024
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El Brexit atropella a Carmena

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La carta de divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea escrita por Theresa May ya está en Bruselas, desde el pasado 29 de marzo. Mientras la actualidad de esta desconexión se centra en la tensión creada entre la primera ministra británica y Angela Merkel, canciller alemana, por la amenaza de la primera de no cooperar con la Unión Europea en materia de seguridad si no aceptan sus condiciones comerciales, Madrid vive esta secesión con preocupación e intriga. Manuela Carmena, alcaldesa de la capital de España, intenta atraer, a la desesperada, a todas las empresas que planean su fuga de Reino Unido tras la ruptura con la Unión Europea, pero la realidad es que Madrid no aparece en ninguna quiniela para convertirse en la referencia comercial del Viejo Continente. 

En los próximos dos años se espera que cerca de 30.000 empleados se trasladen a otros países junto a sus empresas. De estas 30.000 personas, 10.000 pertenecerían al sector bancario y otras 20.000 a servicios profesionales. El 'Brexit' es una realidad y las ciudades más importantes de Europa ya se frotan las manos con las posibilidades de mercado y de negocio que les abre esta separación. Entre las posibles candidatas para acoger la nueva City europea aparecen Fráncfort, París, Dublín, Ámsterdam, Milán o Luxemburgo. Todas ellas tienen un sector financiero muy potente y podrían absorber con sin grandes problemas un aumento en sus volúmenes de negocio. Por su parte, Madrid, observa impotente cómo casi todos los expertos económicos la excluyen de las quinielas. 

La capital española tiene demasiados handicaps que hacen que su posibilidades reales de convertirse en el centro neurálgico de las finanzas europeas sean más bien escasas. Es cierto que a nivel inmobiliario Madrid está muy bien dotada, aunque no más que sus competidoras por ser la nueva City. Es cierto que la capital cuenta con un gran número de oficinas vacantes, más de un 15%, según la consultora JJL, aunque esta misma fuente afirma que sólo el 11,6% de los edi­fi­cios del centro de Madrid cum­plen los re­qui­sitos para al­bergar a los grandes bancos y empresas in­ter­na­cio­na­les. 

El gran handicap es la escasa dimensión financiera que tiene la capital española. En este sentido, las mejor situadas para acoger a las grandes entidades bancarias son ciudades como Dublín, Paris o Amsterdam. De hecho, Karl Guha, presidente del grupo bancario mercantil Van Lanschot, ha afirmado sobre la capital holandesa que “las finanzas están en el ADN de los holandeses”.

Sin rumbo

La seguridad financiera, uno de los factores más importantes para las empresas a la hora fijar su nueva sede, es otro de los factores que complican la candidatura de Madrid. «No puede ser que el equipo de Gobierno local cambie cada dos por tres las condiciones para invertir y asentarse en la capital», afirman fuentes del grupo municipal del Partido Popular. De todos modos, desde las filas 'populares' se ha intentado reconducir la situación con una acercamiento de posturas a través de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. De hecho, esta última viajará junto a Manuela Carmena a Londres en los próximos meses para intentar atraer a las grandes empresas a la capital de España. Además, la Comunidad de Madrid contrarresta esta inseguridad financiera con la menor carga impositiva para los ciudadanos de toda España (IRPF, Sucesiones y Donaciones, Patrimonio, ITP y AJD). 

Ante la poca capacidad de reacción del Ayuntamiento de Madrid ha emergido la figura de Cifuentes para coger las riendas de esta complicada empresa. Una de las decisiones que tomó la presidenta de la Comunidad de Madrid fue 'fichar' al economista, Daniel Lacalle, para intentar traer la City londinense a Madrid.

La Bolsa de París acumula una capitalización total de 1,7 billones de euros; la alemana, 1,4 billones; Londres, 2,4 billones de libras y la Bolsa de Madrid está por detrás, con 650.000 millones. Esto significa que la capacidad de inversión en la capital española es muy débil. Otro de los factores que no favorecen la llegada de la City es la escasez de recursos humanos. Es decir, en Madrid no son muchas las personas que cuentan con la certificación necesaria para trabajar en grandes en bancos de fondo. 

El clima y el transporte, puntos fuertes

Hay muchos expertos económicos que piensan que el 'Brexit' supondrá que en Europa emerjan varias cities, no una sola. Es decir, que el éxodo de empresas no tendrá una ciudad fija de destino, sino que se distribuirán a lo ancho de todo el Viejo Continente. A pesar de estas teorías, la gran favorita para convertirse en el centro de todas las operaciones financieras es Dublín. La capital irlandesa tiene a su favor uno de los Impuestos de Sociedades más bajos de la Unión Europea. Una táctica que ha derivado en un toque de atención por parte de las autoridades comunitarias. Sin embargo, París o Fráncfort podrían ganar la batalla por su localización geográfica.

De todos modos, no todo son malas noticias para Madrid. Hay dos circunstancias que pueden influir en la decisión final de estas grandes empresas. La calidad de vida y la gran cantidad de conexiones internacionales que existen en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. De hecho, el aeropuerto de Madrid es el quinto con más actividad de Europa, capaz de responder a los picos de actividad en casi cualquier época del año. Por delante de él sólo se encuentran Heathrow (Londres), De Gaulle (París), Frankfurt Main (Fráncfort) y Schiphol (Ámsterdam). La movilidad es un punto a su favor, ya que la capital se sitúa en el puesto cinco de las ciudades mejor puntuadas a nivel mundial en aspectos de movilidad y transporte, según el índice IESE Citiesin Motion. 

Carlos Lospitao

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