Tras su aprobación por todos los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid a propuesta del PSOE y su posterior publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad, la nueva ley de muerte digna dicta, entre otras medidas, que los centros sanitarios, públicos o privados, deben “garantizar a los pacientes en situación terminal una habitación individual durante su estancia, con el nivel de confort e intimidad que requiere su estado de salud, siempre que no lo impidan las necesidades asistenciales».
De las más de 300 camas en las unidades de cuidados paliativos en centros públicos y privados de la región, 225 son individuales (el 74%).
Por otro lado, se han hecho públicos los datos sobre las listas de espera en España, divididos por Comunidades Autónomas y teniendo en cuenta la Ley de Transparencia. El informe, publicado por el Ministerio de Sanidad este jueves, destaca las diferencias entre los distintos territorios españoles y entre numerosas especialidades médicas, dejando claro que, en general, donde más esperan es en Canarias y donde menos, en Asturias y en Madrid.
A pesar de ello, continúan las protestas contra «el desmantelamiento de los hospitales públicos» y por una sanidad de calidad. Durante los últimos meses han tenido lugar numerosas ‘mareas blancas’, manifestaciones a las que se han unido las protestas en el Hospital Ramón y Cajal, cuyo personal se queja de la insuficiencia del presupuesto, y sumado a las ‘mareas blancas’, mantienen este tema a la orden del día.
‘Marea Blancas’
Desde los sindicatos de sanidad, se sigue exigiendo el respeto merecido para la sanidad madrileña, causa a la que se suman centenares de madrileños. “No nos hemos cansado, ni vamos de paseo. Luchamos por hospitales públicos 100% en el contexto de una sanidad pública universal y de calidad “, afirman en un comunicado.
Según los sindicatos, la política que esgrime la presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes, dificulta e impide que los madrileños puedan optar por igual a una sanidad pública que “era universal y de calidad”
Además, sobre los presupuestos de 2017 para la sanidad del gobierno regional, señalan que es «un varapalo para los intereses de la Sanidad Pública madrileña» y una “traición” que no perdonan.
Lucha desde el Ramón y Cajal
El pasado domingo la ‘marea blanca’ se manifestó en las inmediaciones del acreditado hospital madrileño, en el que también hubo un encierro el miércoles anterior por parte de vecinos, trabajadores y pacientes de varios centros hospitalarios para protestar por los recortes en dicho centro.
Teniendo en cuenta la información de los sindicatos de sanidad, en el castizo hospital Ramón y Cajal “se menguan las partidas para personal en nueve millones de euros, en vez de subir los ratios y cuantías que refloten no sólo el hospital, sino la atención, los servicios y ayuden al fomento del empleo, ése que también liquidan”, afirman.
Este centro ofrece servicio a unos 600.000 pacientes y su lista de espera es la mayor de la Comunidad. “Ahora hay 500 profesionales menos que en 2011 y 460 camas menos”. “Además, se recortan también la partida para gastos corrientes, recorte que afecta a material quirúrgico o tratamientos para enfermos oncológicos o de VIH, por ejemplo.
Por su parte, el pasado jueves, el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, criticó el «ruido mediático» y las protestas de las 'mareas blancas', al considerar que han perjudicado a la sanidad pública madrileña. «Algunos de ustedes aún siguen haciendo referencia a un supuesto de carácter privado, privatización, negocio, chiringuitos e intereses», comentó Sánchez Martos en su comparecencia en el Pleno de la Asamblea de Madrid.
Mientras la situación no cambie, las llamadas ‘mareas blancas’ seguirán celebrando el tercer domingo de cada mes. Además, el próximo siete de abril se celebrará en varias ciudades europeas la IIª Jornada contra la comercialización de la salud.
Marta de la Fuente