Sustituir a los toros por bolas gigantes en los tradicionales encierros de las fiestas populares también supone un riesgo. En Mataelpino, un pueblo de Madrid, decidieron suprimir los tradicionales festejos taurinos por una fiesta más respetuosa con los animales, los 'boloencierros', que consiste en suprimir a las reses por una gran bola de más de 300 kilos de peso. Aunque el aspecto del 'bolón' pudiera parecer inofensivo, lo cierto es que este particular encierro es igual o más peligroso que los tradicionales en los que participan morlacos de más de 200 kilos. La peligrosidad de este festejo se ha podido comprobar durante las últimas fiestas populares que se celebran en honor a San Bartalomé. El balance final ha sido de dos heridos heridos, uno de ellos con un traumatismo craneoencefálico.
En las imágenes recogidas durante el 'boloencierro' del pasado sábado 26 de agosto se observa como un hombre es aplastado por una bola de más de 300 kilos que rueda cuesta abajo sin ningún tipo de control. El varón acaba en el suelo semiconsciente después de que su cuerpo golpeara contra las vallas que delimitaban el recorrido y contra el suelo. El vídeo ha corrido como la pólvora en las redes sociales y se ha convertido en viral de inmediato.
El revuelo mediático generado al rededor de este incidente ha obligado al alcalde de la localidad madrileña, Javier Pérez de los Nietos, a dar explicaciones sobre el peculiar festejo. «Hay cierta prensa que hace publicidad del evento como algo inocuo y que no se corre ningún riesgo, pero no es así. Es una bola grande y hay que tener las mismas precauciones que en cualquier otra actividad de riesgo», ha afirmado.
De todos modos, el primer edil ya ha anunciado acciones para salvaguardar la integridad de los participantes en futuras ediciones: «Vamos a revisar todas las medidas de seguridad, reforzar la información porque estamos teniendo muchísimas visitas de personas que vienen de todo el mundo. No queremos que sea un evento trágico, queremos que sea un evento lúdico. Vamos a modificar todo lo que se tenga que hacer para que siga siendo una gran fiesta».
C.L