Los antidisturbios de Madrid aseguran estar muy cansados de su situación actual. Desde el pasado mes de mayo han visto cómo su plantilla se ha visto reducida a menos de la mitad con la supresión de la segunda unidad de las antiguas UCS. Esta decisión estaba enmarcada en el nuevo Plan Director diseñado para la Policía Municipal que también contemplaba el renombramiento de la unidad, de hecho, ahora son la UAS (Unidad Apoyo a la Seguridad). Como medida provisional fue la primera unidad de la UCS los encargados de engrosar la lista de las UAS, aunque la idea era realizar un examen para ingresar en ella y aumentar así el número de efectivos. El problema es que después de realizar las pruebas, los agentes han descubierto que el consistorio madrileño ha paralizado el proceso y no saben cuando recibirán los ansiados refuerzos.
«Estamos muy cansados de tener que doblar turno una y otra vez. No entendemos por qué han paralizado el resultados de los exámenes y porqué tenemos que seguir realizando el mismo trabajo que antes cuando ahora somos muchos menos», afirma uno de los agentes afectados por esta situación. La Dirección General de la Policía Municipal prometió en mayo a los actuales miembros de la UAS que los turnos dobles se acabarían en par de meses, pero la realidad es que transcurrido el verano nada ha cambiado. De hecho la situación no ha hecho más que empeorar.
«Las pasadas fiestas del Pilar fueron un auténtico caos. El desgaste fue brutal con muy poco descanso entre turnos», afirman fuentes policiales. «El Ayuntamiento no nos quería porque dábamos mala fama, pero seguimos con sus medidas, lo único que han conseguido es que realicemos las mismas actuaciones, pero con menos efectivos», prosigue esta fuente. Los ánimos comienzan están muy crispados y algunos miembros temen que esta situación no se arregle antes de la campaña de Navidad, una de las épocas más complicadas para cubrir turnos.
Un examen de acceso inusual
La prueba para entrar en la nueva unidad de las UAS levantó ampollas entre los antidisturbios de Madrid que se presentaron, a pesar de no estar conformes con la nueva unidad creada en detrimento de las defenestradas UCS. Preguntas sobre la 'familia' y la 'patria' han indignado a los policías, que no entienden la relación entre estos términos y su labor como futuros miembros de la UAS. «Buscan un perfil político y no una persona con unas características específicas para el puesto», denunció uno de los 250 aspirantes.
La batería de preguntas psicotécnicas no dejaron indiferente a ningún miembro de las UCS. «No eran cuestiones con las que pudieras adivinar la personalidad del individuo, sino que eran preguntas ambiguas y muy difícilmente valorables», afirmó uno de los policías del cuerpo local. El enfado y la indignación es tal que incluso hay algunos agentes que sopesaron la posibilidad de impugnar el examen, a pesar de que los sindicatos dieron el visto bueno a la realización del mismo.
Un desmantelamiento anulado
La falta de respuestas por parte del Ayuntamiento de Madrid se une a la anulación de la resolución que eliminó los antidisturbios de la Policía Municipal. El pasado 20 de septiembre el magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 9 de Madrid señaló que el Ayuntamiento debía «seguir el procedimiento sobre negociación colectiva» antes de eliminar esa unidad formada por 130 antidisturbios.
La sentencia, que se suma a dos dictámenes en los que los jueces declararon nulas las resoluciones del director general de la Policía Municipal sobre el cambio de destino de los agentes, señala que la modificación de la relación de puestos de trabajo (RPT) no contó con una negociación con los sindicatos. La unidad de los antidisturbios municipales contaba con 135 agentes, que fueron recolocados.
Carlos Lospitao