Mover Parla, un pequeño movimiento vecinal convertido en partido político en febrero de 2015, ha estado a punto de desaparecer. Una dura guerra interna iniciada entre sus dos principales líderes (uno ya fuera de la formación) ha podido acabar con las siglas y el futuro de esta modesta aventura política. La disputa acabó en los tribunales, en la Audiencia Nacional, que ha tenido que dirimir un caso judicialmente curioso. El presidente de Mover Parla, enfrentado a la portavoz municipal, decidió que no tenía sentido actualizar los estatutos de Mover Parla, requisito imprescindible que les solicitó el Ministerio del Interio para seguir siendo un partido oficialmente registrado en España. Descubierta la maniobra, se le abrió expediente y fue expulsado. Hoy es concejal no adscrito en este municipio del sur de Madrid de 125.000 habitantes.
Para entender esta historia hay que empezar por el principio. Beatriz Arceredillo y Pedro José Andrino Calvo eran los dos ‘barones’ de Mover Parla. La primera había sido alcaldesa de esta localidad entre finales de 2014 y principios de 2015 con las siglas del PSOE, su anterior partido. La trama Púnica, uno de los casos de corrupción más importantes que se está investigando actualmente en la Audiencia Nacional (instruido en muchas piezas), se llevó por delante al anterior regidor socialista, José María Fraile. Arceredillo se hizo entonces cargo de la Alcaldía a pesar de que su partido le pidió que renunciara para que tomase el bastón de mando el siguiente en la lista electoral del PSOE. Se negó y «me hicieron la vida imposible como alcaldesa». Así que en 2015 dejó a los socialistas e inició una nueva vida política con Mover Parla.
Allí coincidió con Pedro José Andrino Calvo, abogado, experto en gestión tributaria y con estudios y experiencia laboral en tatatopraxia (conservación de cadáveres). En las elecciones de 2015 Mover Parla se convirtió en la segunda fuerza política del municipio tras obtener seis concejales. Pero el PP, con siete ediles, se hizo con la Alcaldía después de que los cuatro grupos de izquierda fueran incapaces de llegar a un acuerdo. Mover Parla, Cambiemos Parla (la marca de Podemos), PSOE e IUCM-LV sumaban entre los cuatro 18 ediles. Pero fue imposible. Demasiadas cuentas pendientes. Tras las elecciones de 2019, el PSOE recuperó la Alcaldía tras el acuerdo con Unidas Podemos-IU. Mover Parla solo obtuvo dos representantes: Beatriz Arceredillo, que ejercería de portavoz municipal, y Pedro José Andrino Calvo, que era el presidente del partido.
Pero el ‘feeling’ entre ambos compañeros enseguida se rompió. Pedro asegura que Beatriz «se alejó de los principios fundacionales del partido y quería votar con la derecha, intentando incluso ser alcaldesa», señala a Estrella Digital. Beatriz, por su parte, acusa a Andrino de romper la disciplina y unir sus votaciones con cada vez más frecuencia a las del PSOE en temas económicos, sobre todo en lo relacionado con la situación fiscal del municipio. Hay que destacar que Parla es una de las 20 localidades más endeudadas de España. En 2021 la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) señaló que Parla es de los pocas ciudades de nuestro país en situación “crítica”, ya que cada habitante debe 4.570,88 euros. Ni en 100 años podrá ser sostenible económicamente, señaló la AIREF. Según los últimos datos del ministerio de Hacienda, Parla debe un total de 397 millones.
A pesar de la situación económica del municipio, al inicio de este mandato la Corporación Municipal aprobó los salarios del equipo de Gobierno y de los concejales de la oposición, retribuciones conjuntan que suman un millón de euros al año. Aunque los sueldos llevan muchos años congelados, el alcalde cobra 50.276,52 euros brutos anuales, los ediles de Gobierno y los portavoces de los grupos de la oposición perciben 42.989 euros. El resto de concejales puede optar entre la dedicación parcial (mínimo 20 horas semanales) recibiendo unas retribuciones de 21.494,90 euros o una dieta mensual por asistencia a Plenos y Comisiones que se cuantifica en 1.050 euros brutos mensuales. La mayoría eligió la primera opción, incluido Andrino.
La tensión dentro de Mover Parla (que en sus momentos de más esplendor llegó a sumar unos 80 afiliados) fue creciendo con el paso de los meses por las disputas internas entre Beatriz y Pedro. Y todo terminó explotando cuando el ministerio del Interior empezó a enviar requerimientos a pequeños partidos que estaban en su registro para hacer una especie de limpieza de formaciones inactivas aplicando los cambios efectuados por la nueva Ley de control de la actividad económico-financiera de los Partidos Políticos (LO 3/2015), que exige una revisión de los estatutos. Mover Parla recibió uno de sus requerimientos en 2019. Y quien lo recibió fue Andrino, presidente y representante legal en esos momentos. “Los estatutos los había redactado yo, eran un poco artesanales. Y había que cambiarlos. Pedí al ministerio una prórroga de seis meses. Pero ya nuestra Junta Directiva estaba dividida. Yo quería hacer un reglamento del grupo municipal, pero Beatriz se negaba”, asegura Andrino.
Extinción del partido
Así que en febrero de 2020 el Juzgado de lo Central Contencioso Administrativo número 2 de Madrid declaró la extinción de Mover Parla como partido. ¿Por que? Porque Andrino decidió no actualizó los estatutos y se “allanó” a la petición de Interior, es decir, utilizó una fórmula jurídica que reconoce que está de acuerdo con la petición de extinción.
“No informó a sus compañeros y compareció ante el juzgado señalando que estaba de acuerdo con la extinción del partido. Sin dar más explicaciones. Luego comunicó a los militantes de Mover Parla a través de ‘whatsapp’ que la formación había dejado de existir”, explica Arceredillo. “Fue una sorpresa mayúscula. Nos quedamos a cuadros. Actuó por venganza y abusando claramente de una posición que no le correspondía”, señala Beatriz Arceredillo, la portavoz de Mover Parla en el Ayuntamiento. “No fue una decisión caprichosa”, se defiende Andrino. “Ya teníamos muy pocos afiliados. Mucha gente se había ido cansada por la situación. Tomé esa decisión porque lo consulté con muchos militantes y me dijeron que era mejor que me allanara que dejar el partido en manos de Beatriz, que actuaba despóticamente”.
El partido le abrió entonces expediente por falta grave y fue expulsado en noviembre de 2020. El partido le declaró tránsfuga y le pidió que dejara el acta de concejal. Andrino no lo hizo, pero terminó abandonando el grupo municipal y hoy es concejal no adscrito. “Yo no me considero un tránsfuga. Son otros los que no han cumplido los principios fundacionales de Mover Parla”.
Andrino argumentó su marcha en un tenso Pleno acusando a Arceredillo de funcionar como una “déspota” y de intentar girar al partido hacia la derecha con un presunto pacto frustrado con PP, Cs y Vox. “Es usted un tránsfuga porque lo ha dictaminado el partido”, le espetó Arceredillo. Ciudadanos y Vox negaron las acusaciones de Andrino. “Nunca hubo pacto con Mover. Es mentira”, sentenció Vox. “Nos alegra oír su voz. Lleva usted dos años cobrando la mitad del sueldo y nunca le habíamos oído en este Pleno”, señaló Ciudadanos. Desde el PP fueron más contundentes: “Todos sabemos que usted se iba a cambiar de chaqueta, se veía en las votaciones estos meses y ahora se ve físicamente”.
“Solo nos quedaba ir a los tribunales para recuperar nuestro partido”, explica Arceredillo. En junio de 2021, la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional les dio un importante balón de oxígeno al anular al acto de allanamiento realizado en febrero de 2020 por Andrino, ya que aunque este era entonces el representante legal del partido tomó una decisión que no le correspondía solo a él. Era la Asamblea General de Mover Parla quien tenía que tomar una decisión tan importante como permitir la disolución del partido.
“Lo que hizo la Audiencia Nacional es anular el allanamiento y que la situación volviera al inicio, que es cuando Interior nos pedía actualizar los estatutos”, afirma Arceredillo. Lo que hizo Mover Parla es actualizar los mismos. Así, en febrero de 2022, la Audiencia Nacional ratificó que Mover Parla había satisfecho todo lo solicitado y que cumplía todos los requisitos legales para su existencia y actividad. “Ahora entramos en otra batalla judicial porque el expresidente tiene mucha documentación del partido, incluido información económica y contable, que nos tiene que entregar y no lo hace”.
Andrino se defiende también de esta última acusación. «Les he dado todo. Eso sí, la contabilidad está encriptada. Que compren un programa informático para poder verla, como hice yo. Han intentado defenestrarme laboral y profesionalmente. Cuando acabe este mandato dejaré la política, y eso que he recibido ofertas de otros partidos. Todo esto ha sido una mala experiencia. Y Mover Parla está acabado. Ahora podrían hacer la Asamblea en un taxi», concluye.