Desde el 1 de marzo de 1983, el 2 de mayo se celebra como el Día de la Comunidad de Madrid, según el Estatuto de la Comunidad de Madrid.
Esta fecha conmemora el levantamiento del 2 de mayo de 1808, en el que la ciudad de Madrid se rebeló contra la ocupación francesa de España liderada por Napoleón.
La celebración del Día de la Comunidad de Madrid
Cada 2 de mayo en la Comunidad de Madrid se realiza una ofrenda floral a los héroes del levantamiento en el cementerio de la Florida, por parte de los políticos madrileños, y hay un desfile militar en la Puerta del Sol con la colocación de una corona de flores en las placas de agradecimiento a los que lucharon en aquella fecha. Además, tiene lugar la ceremonia de entrega del Orden del Dos de Mayo y de la Medalla de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico.
El levantamiento del 2 de mayo de 1808
Napoleón Bonaparte quería conquistar Portugal y convenció a Carlos IV para tener el apoyo de España y repartirse el territorio. Por ello, se aprobó que las tropas francesas entrasen en el país. Sin embargo, la intención era diferente, puesto que su objetivo era también ocupar España. La ira ganó terreno poco a poco y los madrileños comenzaron a armarse con lo que tenían para hacer frente a la represión francesa. La crueldad con el pueblo madrileño fue horrible. Se ordenó sentenciar a muerte a todos los que fueran vistos con armas en la mano, y durante los días 2 y 3 de mayo de 1808, fueron fusilados en la montaña del Príncipe Pío.
El artista Francisco de Goya vivió los terribles hechos en primera persona y los reflejó en dos de los cuadros más importantes que se conservan en el Museo del Prado: “La lucha con los mamelucos” y “Los fusilamientos del 2 de mayo”. Estas obras son un testimonio conmovedor de la crueldad de la ocupación francesa y la valentía de los madrileños que lucharon por su libertad.
Una de las heroínas más importantes del levantamiento del 2 de mayo fue Manuela Malasaña. La joven de 17 años murió en la batalla. En honor a su memoria, en la década de 1980, el barrio de Maravillas pasó a nombrarse barrio de Malasaña. Su valentía y sacrificio son un ejemplo de la lucha por la libertad y la dignidad humana.