Madrid ha sido siempre una ciudad de ricos patrimonios y de historias fascinantes, y esta semana, la capital española ha sumado un nuevo capítulo a su relato. En el corazón del polígono de La Atalayuela, situado en el distrito de Villa de Vallecas, ha salido a la luz el sorprendente hallazgo mientras se llevaban a cabo obras para el establecimiento del nuevo centro logístico de bomberos.
El descubrimiento de fósiles gigantescos de lo que se ha identificado como ocho ejemplares de «Gomphotherium angustidens». Estas majestuosas criaturas son ancestros de los actuales elefantes africanos. Entre las piezas descubiertas, destacan mandíbulas, colmillos, fémures, húmeros y caderas intactas.
¿Qué hacían estos elefantes en Madrid?
Pero, ¿qué hacía un grupo de estos gigantescos elefantes en Madrid? Hace unos 14 millones de años, en un periodo caracterizado por la aridez y el descenso en las temperaturas, un grupo de elefantes, junto con tortugas de dimensiones colosales, poderosos carnívoros y los precursores de caballos, ciervos y jabalíes, encontró refugio en esta zona. Buscaban un último oasis de alimento y agua. Sin embargo, muchos de ellos encontraron su destino final aquí, probablemente debido a la escasez de recursos. La naturaleza, en uno de sus actos más fortuitos, envolvió sus restos con una gran inundación, permitiendo que sus cuerpos se conservaran y fosilizaran.
Estos elefantes prehistóricos, con una longitud de cinco metros y una altura de tres metros, podían pesar hasta «2,5 toneladas». Lo que los distingue principalmente es su peculiar dentadura: cuatro colmillos, con dos en la parte superior que se curvan hacia abajo y dos más cortos en la parte inferior. A diferencia de sus descendientes modernos, su trompa era notablemente más corta.
Esta especie habitó principalmente durante el Mioceno inferior y medio. Sus huellas pueden encontrarse desde el centro y sur de Europa, pasando por la península arábiga y hasta el noreste de África. En la península ibérica, ya se habían encontrado restos similares en zonas como Somosaguas, Carpetana y la localidad de Villafeliche en Zaragoza.
Un dato intrigante es que en el tiempo en que estos gigantes caminaban por Madrid, los homínidos aún no habían hecho su debut en el continente europeo. Estas criaturas humanoides no aparecerían sino hasta hace alrededor de «1,4 millones de años», como evidencian los restos encontrados en Atapuerca.
El monumental trabajo de excavación, llevado a cabo desde marzo hasta agosto, ha sido supervisado por los expertos Alessandro Giusto y Jorge Morín, junto a un equipo de seis profesionales adicionales. Estas piezas del pasado ahora residen en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, con algunos especímenes en préstamo al Museo Nacional de Ciencias Naturales para un análisis más exhaustivo.
Este hallazgo no solo aporta un nuevo entendimiento a nuestra comprensión prehistórica, sino que también enriquece el patrimonio cultural de Madrid y de toda España.
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