El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha confirmado la celebración de un pleno extraordinario el 4 de enero. Este pleno, solicitado por Más Madrid y PSOE-M, tiene como objetivo la reprobación de Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, por su comportamiento hacia el concejal Eduardo Rubiño.
Este jueves, durante una rueda de prensa tras la Junta de Gobierno, Almeida detalló que el presidente del pleno, Borja Fanjul, notificará a los portavoces de los grupos municipales sobre la sesión extraordinaria, programada para las 13:00 horas del próximo 4 de enero. El alcalde subrayó la urgencia de esta convocatoria, citando «la gravedad de los hechos» y reiterando la postura del PP, que ha condenado «desde el primer momento» la actitud de Ortega Smith.
El incidente que desencadenó esta situación ocurrió el pasado 22 de diciembre, cuando Ortega Smith arrojó una botella de plástico vacía a Rubiño durante un debate en el pleno. Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, calificó el acto como una «agresión física», describiendo cómo Ortega Smith se aproximó al escaño de Rubiño, empujó sus papeles y le lanzó la botella, además de amenazarlo físicamente.
La proposición de la izquierda para el pleno incluye tres puntos clave. Primero, que el Ayuntamiento de Madrid exprese su «más absoluta condena y rechazo» a la conducta de Ortega Smith, contraria a las normas de convivencia democrática y al respeto debido en el funcionamiento de los órganos municipales. Segundo, se exige que Ortega Smith renuncie a su cargo de concejal y, si no lo hace voluntariamente, que su partido se lo demande. El tercer punto es similar, pero aplicado a su cargo de diputado nacional.
Ortega Smith, por su parte, ha rechazado renunciar a su acta de concejal, desafiando las demandas de Más Madrid, PP y PSOE, y negando cualquier agresión a Rubiño. Con ironía, comentó sobre las «graves lesiones» del concejal agredido. Cabe recordar que Ortega Smith ya fue reprobado en un mandato anterior por el pleno de Cibeles, tras minimizar las críticas de concejales de otras formaciones.
Este pleno extraordinario se perfila como un momento crucial en la política municipal madrileña, reflejando la tensión entre los diferentes partidos y la importancia del respeto y la conducta ética en la esfera política.