El sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) ha declarado una huelga que afectará significativamente las operaciones en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Esta huelga, programada del 31 de diciembre al 7 de enero, afectará directamente a los trabajadores de las torres de control de plataforma, coincidiendo en parte con la huelga ya anunciada del personal de tierra y del servicio de ‘handling’.
La acción de huelga, según fuentes del sindicato, surge debido a «el no reconocimiento de la sucesión empresarial ante la falta de subrogación, que hubiera garantizado el mantenimiento de las condiciones laborales y de los derechos adquiridos durante los 12 años de vida del servicio». La UGT ha enfatizado la urgencia de resolver este conflicto para prevenir los «graves perjuicios» que podrían surgir en el tráfico aéreo del aeropuerto, uno de los más concurridos de España.
El impacto de esta huelga se prevé en las operaciones de control de los movimientos en tierra de las aeronaves, tanto en las maniobras previas al despegue como en las realizadas tras el aterrizaje hasta las terminales correspondientes. La preocupación se centra en los posibles «enormes retrasos» que podrían afectar tanto a vuelos directos como a escalas nacionales e internacionales durante un periodo de alta demanda de viajes.
Por su parte, Iberia ha expresado su decepción ante la decisión de los sindicatos de no desconvocar la huelga, a pesar de los esfuerzos de diálogo. La aerolínea ha subrayado que la continuación de la huelga podría resultar en un «daño innecesario e injustificado» para miles de viajeros durante el periodo vacacional de Reyes. Se estima que casi un centenar de compañías aéreas podrían verse afectadas.
En un tono más esperanzador, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha comentado: “Confiamos en el acierto de las negociaciones que Iberia está teniendo con las fuerzas sindicales y, por tanto, espero que llegaremos a un buen resultado”. Hereu ha resaltado el buen desempeño de la campaña de Navidad hasta el momento y su deseo de que se mantenga la normalidad basada en un eventual acuerdo.