La Policía Nacional ha detenido al dueño de Opium, una conocida discoteca madrileña frecuentada por el público más VIP de la capital, incluidos famosos, influencers y futbolistas. Los responsables de la sala captaban a chicas de imagen (mujeres de entre 20 y 30 años), que debían vestir de manera sugerente para atraer a los clientes masculinos.
Los responsables de la discoteca contaban con chicas jóvenes a través de redes sociales para ofrecerles trabajo en Opium como chicas de imagen, una práctica muy frecuente en discotecas para atraer al público. En este caso, tenían una bolsa de trabajo formada por 200 mujeres (que previamente debían enviar fotos de su cuerpo para poder trabajar en la discoteca).
La discoteca gestionaba las chicas que acudían cada noche a través a una app de mensajería instantánea y en una misma noche, sobre todo de fines de semana, podían trabajar hasta 100 chicas al mismo tiempo.
Según la investigación de la Guardia Civil, que ha identificado a 22 de estas mujeres, su trabajo se centraba en «dispensar un trato cercano y alegre, incluso sugerente» para llamar la atención de los hombres de todas las edades que acudían a la discoteca. Las chicas de imagen eran el reclamo del local, que incluso las utilizaban como chicas de compañía, pues podían estar con ellas durante toda la noche por un precio que oscila entre los 50€ y los 80€.
También debían incentivar a los hombres a contratar reservados dentro de la discoteca y a consumir bebidas alcóholicas. A finales del mes de mayo, la Polícia Nacional detuvo al dueño de Opium, al que se le imputan delitos contra los derechos de los trabajadores.
Cuatro de las chicas identificadas por los agentes estaban en España de manera irregular. Al propietario también se le atribuyen otros delitos por no cumplir la normativa laboral y por asuntos de extranjería.