El vicepresidente del Supremo, Ángel Juanes, cree que si se constata que la reforma de la Justicia universal plantea problemas concretos, «más allá de elucubraciones teóricas, que son legítimas», será el momento de «replantearse una modificación legal para que zonas oscuras o de impunidad se corrijan».
Juanes se ha remitido a la reunión que el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebrará «a no mucho tardar» para establecer «criterios claros» de actuación tras la reforma de la ley y dar «seguridad jurídica» que «en estos momentos falta». En su opinión, todo cambio normativo requiere un periodo de adaptación y ahora hay «criterios interpretativos distintos» sobre sus efectos.
El que fuera presidente de la Audiencia se ha expresado así preguntado por la posibilidad de que la reforma haya generado lagunas que permitan la excarcelación de delincuentes —fue el caso esta misma semana de ocho narcotraficantes egipcios—.
En su opinión, «el tiempo dirá» si ha sido o no un error la limitación de la Justicia universal aprobada recientemente a instancias del Grupo Parlamentario Popular.
En una entrevista en la Ser, Juanes ha defendido que la Justicia universal «es una conquista de la humanidad», como lo es «que un genocida se pueda pasear tranquilamente por las calles de Madrid».
En todo caso, ha subrayado que la reforma no ha «laminado» la Justicia universal sino que la ha «limitado», teniendo en cuenta una sentencia del Tribunal Constitucional de 1986 que reconocía que el principio de jurisdicción universal podía generar conflictos con los intereses nacionales. Juanes ha apuntado que buscar un equilibrio «no resulta en ocasiones fácil».