El rey presidirá este lunes la solemne apertura del año judicial, que en este caso comenzará con la sentencia del «procés», prevista para dentro de pocas semanas y que marcará el devenir político en Cataluña.
Será la séptima ocasión en que Felipe VI presida la ceremonia del año judicial, un acto solemne y estrictamente protocolario que se celebra en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, escenario hace unos meses del histórico juicio contra los 12 líderes soberanistas.
El rey dará inicio a la ceremonia al mediodía, acompañado del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, quien pronunciará su último discurso como máximo representante de ese órgano en caso de que finalmente se produzca la renovación del mismo, bloqueado por la parálisis política desde el 4 de diciembre de 2018.
Como es costumbre, el discurso inaugural del presidente del Poder Judicial estará precedido del de la fiscal general del Estado, María José Segarra, que presentará los datos de la Memoria de la Fiscalía correspondiente al año 2018, aunque en ambos casos se esperan alusiones al debate soberanista catalán, tal y como viene sucediendo en los últimos años.
A la ceremonia también asistirán, entre otros, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el del Senado, Manuel Cruz; las presidentas del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas, María Teresa Fernández de la Vega y María José de la Fuente, y la ministra de Justicia, Dolores Delgado.
Al margen del rígido protocolo, la sentencia del «procés» acaparará todo el protagonismo en los posteriores corrillos, habida cuenta de que se espera que el Tribunal Supremo la haga pública en próximas fechas y de que su contenido condicionará a corto y medio plazo la agenda política regional y nacional.
Todo ello con la incertidumbre de si para entonces habrá un Gobierno central constituido para afrontar la sentencia, sus connotaciones políticas y las reacciones que pueda provocar.
Porque, desde Cataluña, tanto la Generalitat como los partidos independentistas y las organizaciones soberanistas trabajan ya en el día después de la resolución, con la vista puesta en unas hipotéticas elecciones autonómicas a final de año, aunque la Diada del próximo miércoles -que se espera multitudinaria como en anteriores años- ya servirá para tomar el pulso a la calle.
Además del asunto del «procés», el nuevo curso judicial viene con una mochila cargada de asuntos relevantes, como la exhumación de Franco, los juicios por el asesinato de Diana Quer o el del niño Gabriel y la esperada sentencia de los ERE.
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