El juicio celebrado en la sección primera, contra un sospechoso de robar la recaudación de un establecimiento de la ciudad herculina, ha acabado con un acuerdo de conformidad en el que la fiscal ha rebajado la petición de pena a dos años y ocho meses de prisión, cuando inicialmente demandaba seis años y medio.
El tribunal y las partes, integradas por el abogado de la defensa y la fiscal, se han colocado en una mesa un poco más grande de lo habitual, que ha sido alargada para facilitar el cumplimiento de la distancia de seguridad.
Sus intervenciones se ha realizado sin mascarilla para garantizar la claridad de la grabación de las voces durante la vista, pero el juez ha aclarado que, después de hablar, podían volver a colocarse el elemento de protección facial.
El acusado, que se ha quitado la mascarilla para hacer su breve declaración, ha aceptado la pena rebajada, para la que se ha contemplado como atenuante un «trastorno de la personalidad» que «disminuye la capacidad cognitiva» del hombre, sin llegar a anularla, ha detallado la representante del Ministerio Público.
«Bájese la mascarilla para que se grabe bien su voz», ha pedido el magistrado al sospechoso que se encuentra en prisión provisional y, por tanto, lo acompañaban dos agentes de Policía, que también llevaban mascarilla.
Sin embargo, este elemento de protección sí es obligatorio para el público asistente a la vista y los periodistas, que se han sentado con una amplia separación, dejando una fila de sillas de distancia entre ellos.
Además, por acuerdo de la comisión de seguimiento del COVID-19 del Tribunal Superior de Justicia de Galicia relativo a los medios gráficos, solo se permitirá el acceso de un camarógrafo y de un fotógrafo a los juicios mientras dure la emergencia sanitaria.
Se han llevado a cabo pequeños cambios de mobiliario, como retirar una mesa normalmente colocada delante del acusado, por ser un elemento no imprescindible que podría contaminarse.
El aforo de esta estancia, de unas sesenta personas, se ha reducido a veinte, pero, en otros espacios jurisdiccionales el límite de asistentes y otras medidas se tendrán que «adaptar» a «su estructura», ha detallado en declaraciones a los medios de comunicación el presidente de la Audiencia Provincial de A Coruña, Ignacio Picatoste.
En la sala de espera de la sección primera de la Audiencia Provincial solo está permitido que se siente una persona por banco, tal y como indican los carteles, que explicitan también que la distancia mínima interpersonal debe ser de dos metros.
«Tenemos una sala muy amplia y lo único en lo que tenemos que centrarnos es en la limitación de acceso para evitar contactos», ha indicado Picatoste, que ha añadido que «la higiene de la sala está plenamente conseguida».
Preguntado por la posibilidad de que algunos testigos declaren de forma no presencial, ha sostenido que «se intentará hacer uso, en la medida de lo posible, de las posibilidades telemáticas».
«Nos adaptaremos a las circunstancias para prestar en la mayor prontitud, agilidad y eficacia nuestra tarea constitucional», ha enfatizado Picatoste, que ha apuntado que las medidas de seguridad son las que marca el Ministerio de Sanidad, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
La sala de gobierno del alto tribunal gallego, además, está preparando su plan de reactivación de la actividad judicial, de acuerdo a los criterios establecidos por el CGPJ.
Ana González