La acusación particular de 54 franquiciados han pedido al titular del Juzgado de Instrucción Número 52 de Madrid que también investigue a Heineken en el procedimiento que se sigue por presunta estafa, organización criminal, coacciones y delitos informáticos contra 29 sociedades vinculadas al Grupo Restalia, incluidas 100 Montaditos, La Sureña y The Good Burger.
El Periódico de España informó de los acuerdos secretos entre la investigada Restalia y la cervera Heineken, los franquiciados defendieron en la denuncia inicial que Restalia y los responsables de las empresas habrían, entre otras cosas, ocultado la existencia de acuerdos con proveedores que hacían «inviable» el proyecto.
Según sus cálculos, el grupo causó un perjuicio de casi 20 millones de euros a los primeros 32 franquiciados y el perjuicio promedio sería de entre 300.000 euros y 600.000 euros por franquiciado.
Fase actual del procedimiento penal
Además de las 29 empresa investigadas hasta el momento en la causa vinculadas con Restalia, el Juzgado de Instrucción 52 de Madrid también ha ordenado diligencias de investigación contra el dueño del Grupo, José María Fernández Capitán, y otra veintena de responsables de distinto nivel en las empresas del conglomerado.
Ahora, los letrados de la acusación particular de 54 franquiciados han pedido la declaración de investigado como presunto cooperador necesario de la empresa cervecera holandesa Heineken.
Para ello, los abogados de la acusación han presentado los audios a los que ha tenido acceso El Periódico de España, que demostrarían que Heineken retornaba a Restalia el 50% de lo pagado por el franquiciado a la suministradora de cerveza.
Grabación aportada por los letrados de la acusación particular
El 27 de enero de 2022 se solicitó la ampliación del investigación contra la cervera Heineken, a la vista de las grabaciones donde se puede escuchar a un franquiciado hablando con un trabajador de Heineken, cuya identidad no se hace pública por ahora, donde se demostrarían esos «acuerdos silenciados a los franquiciados» y que estos permitían a Restalia obtener un 50% de beneficio.
De ese 50% la casa madre tenía por costumbre retornar al asociado una pequeña parte, que solía oscilar entre el 10 y el 15%, según varios de los socios de la cadena consultados, y siempre si el franquiciado estaba al día con los pagos.
«Y lo otro te lo pregunté también, y me dice que lo que ellos hacen, lo digo para que sepas, ya te diré, es un escalado de numérica de clientes y de litros, y que lo que hacen se lo pasan a la marca, que luego no saben lo que os imputan a cada uno, pero que calculan que más o menos, ellos estarán en la parte de descuentos, en la parte de imagen, en un 50% sobre la facturación«, comienza a explicar el trabajador de Heineken.
«Luego ellos, lo que os den a vosotros nosotros no lo sabemos. Nosotros le pagamos por cada litro, por cada marca y por cada numérica que tienen a nivel nacional. Imagínate, si tienes cien locales, con tantos litros, tanto, si tienes doscientos locales, tanto, si tienes trescientos, tanto, y de media se imputa como un 50 % la marca, sin contar los contratos de imagen y de… etc.«, añade el trabajador de Heineken.
El franquiciado responde sorprendido y a partir de ahí se produce el siguiente intercambio de pareceres:
– ¿O sea que tiene un descuento todavía de más del 50%?
– No, el descuento es del 50, pero luego os venden 22 millones de litros. Tiene acuerdos de imagen, por tanto por impacto o lo que sea, que eso no en litros, ¿sabes? pero seguramente tenga más opciones sobre el…
– O sea, que él gana un montón de pasta porque nosotros le hacemos vender…
-... Pero yo no te lo he podido decir, no me jodas que pierdo el puesto…
[…]
– Nosotros lo que hacemos es un rappel de volumen a la cadena… Nosotros no lo gravamos a vosotros, lo gravamos a la cadena en total, del… el rappel. O sea, no nos dejan bajarlo al siguiente… [refiriéndose al franquiciado] Es como una central de compras, ellos, lo nuestro va todo vía central de compras y luego ellos lo desglosan a vosotros… Yo creo que con todos funcionarán parecidos [afirma refiriéndose al resto de proveedores homologados].
En la ampliación de los investigados solicitada por los letrados de los franquiciados afectados inciden en que «en ningún momento previo ni coetáneo a la firma del contrato de franquicia, se comunicó o refirió ni, menos aún, se consignó en documento alguno, ni la existencia de dichos acuerdos ni sus consecuencias para el negocio franquiciado«.
«De lo que no cabe la menor duda es que este silencio es deliberado y que la organización criminal, que conoce perfectamente lo que hace (entre ellos, los contratos de franquicia), también conoce que, una vez se firme el contrato de franquicia, procederán a imponer y obligar al franquiciado a abastecerse en exclusiva de estos proveedores homologados con los que mantienen estos pactos opacos por los que obtienen enormes cantidades de dinero que se corresponden con el margen de beneficio natural del franquiciado«, continúa.
«Lo anterior debe anudarse, como así hemos referido más arriba, con la rabiosa política de bajos precios de venta al público, también impuestos a los franquiciados, así como con las continuas y repetidas promociones, con la única intención por parte de la organización criminal, de alcanzar mayores volúmenes de compra y venta, la primera por los franquiciados y, la segunda, hacia el cliente final. En conclusión, un verdadero engaño«, para terminar a la vista de las pruebas aportadas por los despachos de abogados de los franquiciados afectados (Rafael Franco y Cremades & Calvo-Sotelo) solicitaron la investigación (ante imputación) de la cervecera holandesa Heineken.