Un individuo ha admitido ser responsable de los violentos asesinatos a golpes de tres personas sin hogar en Barcelona durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus en abril de 2020. En el inicio del juicio con jurado en la Audiencia de Barcelona, el acusado ha aceptado una condena de 63 años de cárcel, de los cuales cumplirá un máximo de 40 años.
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Los terribles crímenes ocurrieron en un intervalo de 11 días, con fechas el 16, 18 y 27 de abril, que ya estábamos en pandemia. La primera víctima fue encontrada cerca del Auditori, la segunda en la calle Casp y la tercera en Rosselló. Después del último asesinato, el acusado, entonces de 35 años, fue detenido en la zona de Les Planes en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), donde residía en una caravana.
Todo ocurrió durante la pandemia
Las tres víctimas eran hombres sin hogar que dormían solos en las calles de la ciudad. La fiscal ha destacado en su alegato previo que durante el confinamiento, «las personas que estaban en la calle se encontraban en una situación de mayor inseguridad que en circunstancias normales» debido a la escasa presencia de personas en las calles.
La fiscal ha señalado que, debido al confinamiento, el acusado «tenía una mayor facilidad para cometer los asesinatos sin defensa, pero también la policía tenía mejores condiciones para llevar a cabo la investigación«. La falta de afluencia de personas en las calles durante la pandemia, facilitó la identificación del individuo en las grabaciones de cámaras de seguridad.
Inicialmente, el escrito de acusación de la fiscal solicitaba una pena de prisión permanente revisable y no incluía los tres delitos contra la integridad moral que el acusado ha reconocido en el juicio. Respecto a estos delitos, la fiscal ha explicado: «De alguna manera, mientras los mata, los humilla y les arrebata su dignidad, porque para el acusado no tienen ningún valor«.
Sin aporofobia
Sin embargo, la acusación no incluye el término «aporofobia» (fobia a las personas pobres o desfavorecidas) ni argumenta que los crímenes fueron motivados por este motivo.
El abogado de la defensa ha señalado que, en abril de 2020, este término aún no estaba reconocido legalmente, por lo que sería injusto aplicar esta circunstancia al caso.
En el juicio también participan dos acusaciones particulares que representan a los familiares de las víctimas, así como la Fundació Arrels en calidad de acusación popular. En su alegato previo, la abogada Beatriz Fernández ha declarado: «Consideramos, en nombre de la Fundació Arrels, que murieron precisamente por vivir en la calle. El acusado los mató porque pensaba que no merecían vivir, que merecían morir por ser pobres y vulnerables«.
Atenuantes, droga y alcohol
La sentencia tendrá en cuenta como atenuante el consumo de alcohol y drogas por parte del acusado al cometer los crímenes durante la pandemia. A pesar del acuerdo y la confesión, el juicio continuará debido a la obligación legal de hacerlo cuando la pena aceptada por el acusado supera