La Audiencia de Sevilla ha dictado una sentencia condenatoria, imponiendo la pena de prisión permanente revisable, al joven juzgado por un jurado popular por el brutal asesinato y descuartizamiento de Rocío Cáiz, una joven de 17 años, en Estepa en junio de 2021. La víctima y el agresor mantenían una relación sentimental y tenían un hijo en común.
Piden 14 años de cárcel para quien confesó el asesinato y descuartizamiento en Estepa de Rocío Caíz
Según el veredicto del jurado, los hechos ocurrieron el 2 de junio de 2021, cuando el condenado, identificado como Adrian N., de nacionalidad rumana y 25 años, tuvo un enfrentamiento con su expareja en el domicilio que compartían en Estepa. En el juicio, el jurado consideró probado que el agresor abordó a la joven con la intención de mantener relaciones sexuales contra su voluntad, utilizando la violencia para lograrlo.
Posteriormente, con la intención de acabar con la vida de la menor, el agresor la estranguló con un cordón. Tras la muerte de la joven, Adrian N. descuartizó su cadáver con dos cuchillos y esparció partes en diferentes zonas de Estepa, guardando algunas en su domicilio, incluso en el frigorífico.
El jurado también determinó que el agresor, utilizando el teléfono de la víctima, envió mensajes a la madre y hermana de Rocío, haciéndose pasar por ella, comunicando que se había ido de casa y pidiendo que cuidaran de su hijo.
La sentencia recoge que el condenado «mató» a la joven «porque no aceptaba la ruptura, por su condición de mujer y por razón de su dominación sobre la misma«. En su última palabra durante el juicio, Adrian N. pidió perdón a la familia de Rocío Cáiz y a la suya propia.