La Audiencia Nacional ha dado luz verde a la extradición de Francelys María Furcal, la fugitiva más buscada en República Dominicana por el asesinato del encargado de la ferretería donde trabajaba. La decisión descarta que existan circunstancias que pongan en peligro su vida al ser entregada.
En un auto reciente, la Sala de lo Penal asegura que se cumplen todos los requisitos legales para proceder a la extradición. En República Dominicana, los hechos serían constitutivos de delito de homicidio voluntario, mientras que en España se considera homicidio o asesinato.
En la vista celebrada este mes, Furcal admitió los hechos pero argumentó que no merecía la «mala muerte» que supuestamente le esperaba en República Dominicana. La Audiencia Nacional, sin embargo, considera que sus temores no son suficientes para evitar la extradición.
Furcal fue detenida en agosto del año pasado en el distrito madrileño de Tetuán. La prófuga se había teñido el pelo y utilizaba documentación falsa obtenida en el mercado negro. La reclamación por parte de República Dominicana se basa en un delito común, sin motivación espuria.
Los hechos ocurrieron en abril de 2022, cuando Furcal y el encargado de la ferretería tuvieron una discusión. Durante el altercado, la fugitiva tomó un arma blanca de una estantería y apuñaló al encargado, causándole una herida mortal.
La búsqueda internacional se inició en julio del mismo año, considerando a Furcal como de extrema peligrosidad. Se le atribuía el asesinato de un varón y se dio la alerta de su fuga inmediata del país. Tras meses de colaboración internacional, se centraron en su posible presencia en España.
Su pericia para eludir la justicia la llevó a comprar un pasaporte falso en Colombia y realizar un complejo itinerario vía Brasil y París hasta llegar a Barcelona. La Policía la consideró «la fugitiva más buscada del país» debido a la gravedad de los hechos y su habilidad para evadirse.
Finalmente, fue localizada en Tetuán, Madrid, donde se ocultaba y dificultaba su identificación. La confirmación de su identidad se logró mediante el cotejo de sus huellas, a pesar de sus intentos de camuflaje con cambio de color de pelo y uso de documentación falsa.