La Audiencia Provincial de Barcelona ha decretado libertad provisional con una fianza de un millón de euros para Dani Alves tras la petición que su defensa hizo el pasado martes. Así, el futbolista brasileño, condenado a cuatro años y medio de cárcel por agresión sexual, queda en libertad provisional hasta que haya sentencia firme.
Para que se le conceda este permiso, Alves deberá pagar la fianza de un millón de euros y entregar sus pasaportes, tanto el español como el brasileño. Además, deberá acudir una vez a la semana a la Audiencia Provincial de Barcelona. Tampoco podrá acercarse a menos de un kilómetro del domicilio de la víctima, de su lugar de trabajo ni de ningún otro espacio que sea frecuentado por ella. Por supuesto, tiene totalmente prohibida la comunicación con la denunciante por ninguna vía.
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La Fiscalía alegó el alto riesgo de fuga que existía por la situación económica favorable de Alves. Por ese motivo decidieron que entrara en privisón provisional hace ya más de un año. Sin embargo, el tribunal cree que ahora ha disminuido el riesgo de fuga y también valoran positivamente «su firme propósito de permanecer en todo momento a disposición del tribunal como lo ha hecho desde el inicio del procedimiento».
El tribunal también considera meritorio que Alves «vino voluntariamente a nuestro país cuando tuvo conocimiento de que se le imputaban los hechos por los que finalmente ha sido condenado». La resolución de la sección 21 de la Audiencia Provincial reconoce que todavía hay riesgo de fuga, pero que puede ser contrarrestado con otras medidas, como las declaraciones semanales o la retirada de los pasaportes.
Tanto la defensa como la Fiscalía, por motivos opuestos, recurrieron la sentencia de cuatro años y medio de cárcel por agresión sexual. Por eso, ahora se ha acordado su libertad provisional hasta que exista sentencia firme, lo que podría alargarse algunos meses más.
El tribunal está de acuerdo con su libertad condicional, aunque uno de los magistrados ha querido desmarcarse de la opinión del resto de integrantes. Luis Belestá ha votado en contra y en el auto se recoge que no está de acuerdo con el criterio de la mayoría y cree que «debería prorrogarse la situación provisional del acusado con el límite máximo de la mitad de la pena impuesta».
El magistrado expone que «los argumentos que llevaron a acordar la prisión provisional, no solamente se han confirmado, sino que se han reforzado«. Sin embargo, si Alves paga la fianza de un millón de euros que solicita el tribunal, quedará en libertad hasta que exista sentencia firme.