Se trata de los 634 integrantes de la expedición marítima con ayuda humanitaria para Gaza asaltada por el Ejército israelí el pasado lunes en aguas internacionales, con el resultado de nueve muertos, en su mayoría turcos, que aún no habían abandonado el Estado judío, precisó el portavoz policial, Miki Rosenfeld.
Unas 120 personas salieron este martes del país por el cruce de Allenby, fronterizo con Jordania, concretamente ciudadanos de países musulmanes, la mayoría de los cuales no mantienen relaciones diplomáticas con Israel. Otros 45 ya habían sido deportados desde el aeropuerto de Ben Gurión (cerca de Tel Aviv) tras firmar un documento de repatriación voluntaria.
«La Cónsul turca en Tel Aviv nos ha transmitido que las pertenencias de los detenidos irán en uno de los aviones turcos a Estambul, agregó González Barba. El encargado de Asuntos Consulares de la embajada española en Israel, Manuel Durán, espera a los tres en el aeropuerto Ben Gurión. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó anoche la deportación antes de la noche del jueves de todos los activistas de la flotilla, que han tenido hasta ahora confiscados sus teléfonos y cámaras de foto y vídeo.
Ese mismo día el Consejo de Seguridad de la ONU había pedido la «inmediata liberación» de «los civiles retenidos por Israel». Previamente se había valorado someter a juicio a los que, según aparece en un vídeo editado y difundido por el Ejército israelí, atacaron a las tropas de Israel durante el abordaje.
También deberán ser repatriados los cadáveres de los nueve activistas que fallecieron durante el asalto militar a los barcos, de cuya nacionalidad aun no se ha informó oficialmente aunque en su mayoría son turcos, según adelantó bajo condición de anonimato el funcionario del Ministerio de Exteriores que se encarga del caso. El ministerio turco de Exteriores anunció este martes que las autoridades israelíes les han comunicado que al menos cuatro lo son.
Además, ha señalado que Israel «ha impedido el acceso al cónsul español y a los demás cónsules» al centro de detención, y ha trasladado a los detenidos «rodeados de una fuerte custodia policial».
El personal del consulado español se ha dividido entre los dos aeropuertos de la ciudad para poder recibir a los españoles Laura Arau, Manuel Tapial y David Segarra, intentar averiguar su destino y poder ponerles en contacto con sus familias.
Sin embargo, la madre de Segarra ha indicado que «no se sabe si, una vez en el aeropuerto, van a dejarles tener contacto con los representantes de sus países».
«David está todavía en Israel, y esa es mi pesadilla, que no acabará hasta que salga de ese país, ha aseverado la madre del periodista valenciano, quien ha manifestado que el viaje de vuelta de su hijo «cierra uno de los episodios más crueles protagonizados por Israel». POL